Por qué es importante la próxima cumbre de la OCS en Samarcanda y qué esperar del resultado

Por qué es importante la próxima cumbre de la OCS en Samarcanda y qué esperar del resultado

Los días 15 y 16 de septiembre se llevará a cabo la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) en la histórica ciudad uzbeka de Samarcanda. En el próximo evento, los líderes de los países de la OCS se reunirán por primera vez en tres años en un formato cara a cara, que será una oportunidad única y efectiva para discutir los problemas bilaterales, regionales y globales que tienen acumulado desde el inicio de la pandemia de COVID.

En el contexto de cambios serios tanto en la política internacional como en la economía, el valor de
la cumbre en Samarcanda ha crecido exponencialmente. Varias decisiones clave y
Es probable que se hagan acuerdos en Samarcanda, la mayoría de los cuales determinarán el futuro del desarrollo de la organización.

Un estado simple debe ser entendido por la comunidad global: la OCS no es un bloque. Es una organización que promueve los conceptos de cooperación multifacética y no persigue ningún objetivo geopolítico ni establece determinadas agendas contra ninguna nación. Estos principios están claramente enunciados en su estatuto. La historia de la organización prueba que cada miembro, bajo la bandera de la SCO, debe observar estas reglas estrictas.

A la cumbre de Samarcanda asistirán quince jefes de Estado y los jefes de diez
organizaciones internacionales que trabajan en cooperación con la OCS. Dada la organización
representatividad y estructura, esta cumbre servirá como una confirmación más de la creciente influencia geopolítica y económica de Uzbekistán, así como del papel central que
su presidente, Shavkat Mirziyoyev, continúa jugando como un político importante en el escenario mundial.

Durante el año pasado, Uzbekistán ha estado presidiendo la OCS, donde sus actividades en su función han reflejado las nuevas iniciativas de política exterior de Tashkent. Central a estos son el pragmatismo,
dinamismo e iniciativa, todo lo cual se ha convertido en la tarjeta de presentación de Uzbekistán para la diplomacia
en años recientes. La política exterior independiente y multifacética del país ha
permitió equilibrar los intereses de los países medianos y pequeños
dentro del espacio del SCO.

Según los analistas de asuntos internacionales, esto le da a Tashkent una ventaja decisiva dentro de la organización, a saber, la confianza de todos los países de la OCS, lo que le permite promover con confianza importantes iniciativas regionales y globales a través de esta plataforma.

El enfoque conceptual de Uzbekistán sobre qué camino tomará la OCS
debe tomar en esta nueva era de la política global se puede ver en las prioridades que ha presentado el gobierno uzbeko: comercio, cooperación industrial y tecnológica, fortalecimiento del transporte y la interconexión económica, innovación, transformación digital y una economía verde.

Uzbekistán ha invitado a sus compañeros miembros de la OCS a repensar el valor de los acuerdos multilaterales
cooperación durante un período en curso de gran agitación geopolítica y económica. Como resultado, en la cumbre de la OCS de Samarcanda, se espera que el presidente Mirziyoyev presente una serie de iniciativas y propuestas innovadoras que están diseñadas para servir como un renacimiento significativo de la agenda de la OCS y una modernización integral de la organización.

Estas nuevas iniciativas llegan en un momento en que crece el interés por el futuro potencial de la OCS. Lo que es innegable es que el corazón de la organización se encuentra en los países de Asia Central, ya que la propia OCS fue concebida y creada para desarrollar un nuevo formato de cooperación en esta región estratégica de casi 80 millones de personas. La contribución constructiva de la OCS a la estabilidad, la seguridad y el establecimiento de la cooperación multilateral en Asia Central es un hecho indiscutible.

Hoy, la organización está entrando en una etapa crítica de transformación, y este proceso
se debe tanto a la expansión de su membresía como a las realidades cambiantes
dentro y alrededor de la organización. En la cumbre de Samarcanda, la firma
de un Memorándum de Obligaciones por parte de Irán, que abrirá el país hacia
un camino directo a la membresía en la SCO. Además, se firmarán memorandos sobre la concesión del estatus de socio de diálogo con Egipto, Qatar y Arabia Saudita. También se espera la aprobación de solicitudes de estatus de socio con Bahrein y Maldivas.

Sin embargo, Asia Central seguirá siendo el núcleo de la OCS, ya que sirve como punto de nexo del espacio en expansión de la organización. A la OCS le interesa fortalecer los procesos positivos e irreversibles que están en marcha en toda Asia Central. Más que cualquier otro factor, este es clave para el éxito general de la organización.

Como parte de la cumbre, se decidirán una serie de decisiones importantes. Ya se han elaborado una treintena de documentos coordinados, que tienen como objetivo fortalecer
la interacción multifacética de la OCS para llevar su cooperación interna a un nivel completamente nuevo. Al mismo tiempo, los organizadores han señalado que esta lista se ampliará aún más.
La Declaración de Samarcanda, el documento final que se emitirá al concluir la cumbre y que reflejará los acuerdos comunes de todos los países de la OCS, abordará cómo la organización pretende resolver problemas regionales y globales a través de un proceso que identifica ciertos prioridades que fomentan el desarrollo de la OCS.

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