¿Por qué los consultores de Google asesoran sobre la política de monopolio de la UE?

La Comisión Europea sigue contratando consultores con intereses creados para guiarlos en la redacción de leyes y estrategias.

A lo largo de los años, Corporate Europe Observatory ha descubierto numerosos casos, por ejemplo, cuando grandes consultoras que asesoraban a empresas sobre elusión de impuestos fueron contratado para ayudar diseñar el enfoque de la UE hacia los paraísos fiscales. O cuando un importante inversor en combustibles fósiles BlackRock fue contratado para asesorar sobre la banca y el cambio climático.

Ahora, la comisión ha subcontratado el desarrollo de su política de fusiones a nada menos que una consultoría que ayuda a Google a impulsar fusiones y adquisiciones. Parece que la Comisión Europea no ha aprendido de sus escándalos pasados, por lo que ya es hora de que los eurodiputados actúen para detener este problema.

En 2021 la Comisión Europea contrató al empresa de consultoría económica RBB Economics para evaluar una de sus herramientas de control de fusiones. RBB Economics no es un nombre familiar, pero no se puede subestimar su papel en los controles de fusiones. La compañía trabaja para algunas de las corporaciones más grandes del mundo para impulsar fusiones y adquisiciones y tiene una relación de larga data con Google y varias otras compañías tecnológicas. Ha desempeñado un papel como consultor de grandes empresas en la mayoría de los recientes casos de fusiones grandes y controvertidos manejados por las autoridades de competencia de la UE.

Además, RBB Economics ha cabildeado durante años a favor de una aplicación débil de las normas de fusión de la UE y en contra de las disposiciones clave de la Ley de Mercados Digitales, cuyo objetivo es controlar el poder monopólico de las grandes tecnologías.

En mayo de 2021, socio de RBB economics dijo en un panel de discusión organizado con Apple que en “[digital] la concentración de los mercados es natural” y que los monopolios tecnológicos deberían ser recompensados ​​por sus “inversiones arriesgadas” con “rentas de monopolio”.

Casi ninguna fusión de la UE bloqueada

La evaluación de la Comisión Europea de sus reglas de fusión llega en un momento crucial. Décadas de políticas laxas de cumplimiento de fusiones han llevado a una concentración del mercado cada vez mayor. Los estudios han demostrado que la concentración extrema del mercado conduce a aumento de la desigualdad de ingresos, derechos laborales debilitados, precios más altos para los consumidoresy socava la democracia.

En ningún otro sector es esto más obvio que en el tecnológico. Apple, Microsoft, Alphabet y Amazon son cuatro de las cinco empresas más grandes en el mundo por capitalización de mercado.

Big Tech ha utilizado su dominio para adquirir cualquier competidor potencial que pueda amenazar este estado. Mientras tanto, los reguladores apenas han intervenido para bloquear cualquiera de sus fusiones.

Las cifras de la Comisión Europea muestran que entre 1990 y 2021 solo 30 de las 8083 fusiones notificadas fueron bloqueadas por la UE, un mero 0,37 por ciento. A estudio para Corporate Europe Observatory muestra que la comisión aprobó nueve de cada 10 fusiones notificadas sin ninguna condición.

Sin embargo, con la Ley de Mercados Digitales (DMA) recientemente aprobada, el poder de mercado de las grandes tecnologías se ha visto sometido a un mayor escrutinio público y regulatorio en Europa. Además, en 2021, la Comisión inició una revisión amplia de su política de competencia, en parte para abordar el daño causado por los monopolios digitales.

En un contexto donde la concentración del mercado y el poder monopólico finalmente están siendo cuestionados por los reguladores, es especialmente alarmante que una parte importante de esa agenda esté siendo externalizada a una consultora con una larga trayectoria en la defensa de empresas con intereses monopólicos.

Normalización de los conflictos de interés

La Comisión Europea tiene forma previa en la contratación de firmas de consultoría para realizar investigaciones y análisis en un área política donde estas consultorías tienen un interés financiero.

En 2020, esto provocó un gran escándalo cuando la comisión decidió contratar al administrador de activos BlackRock, quizás el principal inversor en combustibles fósiles del mundo, para investigar cómo hacer que la banca sea más sostenible. Más de 30 eurodiputados firmaron una carta de protesta y algunos se unieron a una coalición de ONG que se quejaron ante el Defensor del Pueblo Europeo.

La decisión resultante del ombudsman fue notablemente sólida y exigió una revisión de las reglas. Si bien la comisión hizo un seguimiento redactando varias enmiendas al Reglamento financiero, nuestra investigación muestra que no ha hecho ningún intento de fortalecer sus propios procedimientos internos sobre la contratación de consultores con conflictos de intereses. Esto explica cómo se podría otorgar a RBB Economics un contrato que les permita ganar otro punto de apoyo en la política de competencia de la UE.

Para tener credibilidad en el futuro, la comisión debe poner fin a su tradición de contratar consultores con un fuerte interés creado y trazar un camino diferente en su enfoque de las fusiones. Y los eurodiputados deberían exigir que la Comisión introduzca un verdadero control de los conflictos de intereses antes de adjudicar contratos sobre trabajos de consultoría políticamente importantes.

Lo más significativo es que el Parlamento Europeo está negociando una reforma del Reglamento financiero que ofrece una oportunidad única para garantizar que las empresas de consultoría con intereses creados queden excluidas de una vez por todas de las licitaciones públicas. No desperdiciemos este momento.

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