¿Qué debería hacer Europa si Rusia usa una bomba nuclear?

¿Qué debería hacer Europa si Rusia usa una bomba nuclear?

Mientras Rusia sufre severos reveses y la contraofensiva de Ucrania continúa, las preocupaciones sobre el próximo movimiento del presidente ruso, Vladimir Putin, continúan. No parece tener muchas opciones, e incluso el posible uso de armas nucleares no está completamente fuera de la mesa.

Aunque los esfuerzos militares rusos han disminuido desde los primeros días de la guerra, aún existe la posibilidad de que Rusia pueda usar su arsenal nuclear en Ucrania para detener el apoyo militar occidental a Kyiv y darle a Rusia la ventaja psicológica.

¿Qué pasaría si Rusia lanzara un ataque nuclear? Lo más probable es que sea un ataque táctico, con un misil nuclear más pequeño.

Se podría suponer que el cálculo ruso sería que, como resultado, Ucrania se vería obligada a detener su actividad militar y seguirían las negociaciones. Rusia podría suponer que Occidente se negaría a apoyar militarmente a Ucrania, por temor a una escalada del conflicto nuclear.

Signo de debilidad

Pero las consecuencias serían muy difíciles de predecir y muy probablemente serían muy desfavorables para Rusia. Para empezar, el ataque nuclear de Rusia no sería visto como una señal de fortaleza, sino más bien como una señal de extrema debilidad; como un último movimiento desesperado.

Dejando de lado el hecho de que la OTAN se sentiría obligada a reaccionar ante el ataque nuclear de Rusia y establecer una postura aún más contundente contra Rusia, es dudoso que Ucrania dejara de defenderse repentinamente.

Dado que la línea del frente es muy larga y las concentraciones de grupos son limitadas, un ataque nuclear táctico no lograría mucho más de lo que se puede lograr actualmente con la guerra convencional, tal vez solo desmovilizando inmediatamente una o dos brigadas.

Además, sería muy difícil controlar la lluvia radiactiva en los días siguientes, lo que dejaría a las tropas y el territorio de Rusia potencialmente expuestos.

La respuesta internacional contra Rusia sería fuerte y dura, especialmente porque el propio territorio de Rusia no está bajo amenaza. Quizás el escaño de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU sea cuestionado, y muchos países que actualmente apoyan tácitamente a Rusia, como China, podrían reconsiderar su posición.

Las sanciones de Occidente se volverían aún más extremas. Más importante aún, todo el libro de reglas posterior a la Segunda Guerra Mundial sobre el no uso de armas nucleares sería arrojado a la basura.

Para Ucrania y cualquier otro país fronterizo con Rusia, el mensaje sería claro; Rusia es una amenaza existencial, y si no se sale con la suya, utilizará armas nucleares. La única respuesta lógica sería que los países vecinos más pequeños tuvieran fácil acceso a una capacidad de respuesta similar y una mayor disuasión nuclear.

El paraguas nuclear y el factor Trump

Los miembros europeos de la OTAN han internalizado que pueden confiar en el paraguas militar de los Estados Unidos. Sin embargo, el hecho es que desde que el expresidente Donald Trump ingresó a la vida política de los EE. UU. y China comenzó a enfocarse cada vez más en los estadounidenses, los europeos han estado preocupados.

El punto de inflexión para Estados Unidos y Europa para el uso de una respuesta nuclear podría ser diferente. También hay que recordar que, incluso durante la Guerra Fría, hubo discusiones sobre si EE. UU. estaría realmente dispuesto a arriesgar la vida de millones de ciudadanos estadounidenses defendiendo a Europa con sus propias armas nucleares.

También se podría argumentar que cuanta más capacidad militar tengan los europeos, mejor será para la OTAN y el reparto de la carga transatlántica. En consecuencia, Estados Unidos ha alentado continuamente a Europa a asumir más responsabilidad por su propia seguridad.

Hasta ahora, las armas nucleares han sido algo que han tenido los países grandes y militarmente poderosos, pero no los más pequeños (con algunas excepciones), aunque sería relativamente fácil para las naciones más pequeñas iniciar su propio programa de armas nucleares.

Si una cantidad cada vez mayor de países más pequeños en su periferia tuvieran armas nucleares, las grandes potencias mundiales podrían encontrar difícil esa situación. Esto también multiplicaría el riesgo de una guerra nuclear.

Hoy en día, la idea de aumentar la cantidad de países europeos individuales con sus propias armas nucleares puede parecer inconcebible. Sin embargo, debemos recordar que después de la Segunda Guerra Mundial, muchos países europeos estaban reflexionando sobre las armas nucleares.

Lección de historia posterior a la Segunda Guerra Mundial

Por ejemplo, Suecia tenía su propio programa de armas nucleares. después de la guerra y investigación reciente indica que Suecia estaba más cerca de poseer armas nucleares de lo que se pensaba anteriormente.

También, en la década de 1950, El gobierno del canciller alemán Konrad Adenauer reflexionaba sobre la idea de construir una bomba europea con Francia e Italia.

Como consecuencia, en noviembre de 1957, el ministro de Defensa alemán, Franz Josef Strauss, firmó un acuerdo secreto con sus homólogos de París y Roma. Su objetivo era independizar a Europa del paraguas nuclear estadounidense.

La idea fue abandonada más tarde debido a Charles de Gaulle, quien quería que Francia tuviera sus propias armas nucleares. La idea de una bomba europea conjunta nunca cobró fuerza.

Christoph Heusgen, el asesor de política de seguridad de la ex canciller alemana Angela Merkel, propuso que Alemania debería comenzar un diálogo estratégico con Francia centrado en si los europeos pueden contribuir conjuntamente a la disuasión nuclear contra Rusia y cómo hacerlo. De acuerdo con élel gobierno alemán y otros estados miembros de la UE podrían participar financieramente en el programa francés de armas nucleares, a cambio de la planificación y el despliegue de armas atómicas francesas en otros lugares de la UE.

Alternativamente, uno podría imaginar un programa europeo común, bajo el liderazgo francés. del presidente macron propuesta en 2020 allanó el camino para tal desarrollo. Además, vincular al Reino Unido al programa sellará al Reino Unido a la defensa común europea, que ya se ha vuelto muy tangible en el contexto de la guerra en Ucrania.

Hoy, esa guerra continúa, y un posible ataque nuclear por parte de Rusia sigue siendo una posibilidad desafortunada.

Por ahora y para sus futuros desafíos, Europa debe sacar conclusiones: analizar qué significa la amenaza para la seguridad del continente y qué deben hacer los países europeos para mejorar su disuasión nuclear.

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