El excanciller alemán Gerhard Schröder y un empresario alemán, Matthias Warnig, que solía trabajar en la policía secreta Stasi de la era comunista, renunciaron a sus trabajos en la empresa petrolera rusa Rosneft, en medio de una protesta política por la guerra de Rusia contra Ucrania. Ambos todavía trabajan para el consorcio de gas Nord Stream 2, de propiedad rusa. El canciller alemán Olaf Scholz rechazó el jueves un llamamiento del parlamento de la UE para poner en la lista negra a Schröder por sus estrechos vínculos con Rusia.
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