¿Será 2023 el año de las condiciones laborales justas y del gasto social?

¿Será 2023 el año de las condiciones laborales justas y del gasto social?

Cada día, dentro de la Burbuja de Bruselas, se utilizan decenas de términos arcanos y siglas irreconocibles, que al ciudadano de a pie le suenan distantes y complejos. Uno de ellos es el semestre europeo. ¿Qué quiere decir esto? ¿No son todos los semestres europeos dentro de la UE? ¿Y por qué se llama semestre si es anual?

Estas son preguntas legítimas. Incluso algunos eurodiputados, elegidos por los propios ciudadanos de la UE, han expresado la misma preocupación por no saber cómo dejar las cosas claras a los votantes. “El Semestre Europeo es un proceso complejo que muy pocos ciudadanos entienden”, confirmó la eurodiputada Stéphanie Yon-Courtin (Renovar Europa). “Hay que simplificarlo”.

  • ‘El modelo de gobernanza económica debe cambiar y enfatizar la dimensión social’, dijo a EUobserver la eurodiputada española Estrella Durá (Foto: Socialistas y Demócratas)

De hecho, el concepto es un marco para coordinar y monitorear las políticas fiscales, laborales, económicas y sociales de los estados miembros para evitar posibles crisis en el futuro.

Se introdujo por primera vez en 2010 en respuesta a la crisis financiera mundial, y cada año el parlamento publica sus recomendaciones antes de que la Comisión de la UE emita las directrices específicas para cada estado miembro. Se presenta en dos partes, una puramente económica y otra sobre asuntos sociales y laborales.

Ambos fueron adoptados durante la sesión plenaria del miércoles (15 de marzo) en Estrasburgo.

Con eso aclarado, EUobserver preguntó al ponente de la segundo informeeurodiputada de los Socialistas y Demócratas Estrella Durá, cuáles son las prioridades sociales y de empleo propuestas por el parlam ento antes de que la comisión elabore la hoja de ruta para la UE-27.

Aquí hay un resumen de los cinco puntos clave para comprender los aspectos sociales para 2023:

Condiciones laborales más justas

Unas condiciones de trabajo justas están en el centro del Semestre Europeo. Algunos hechos explican por qué.

Casi una de cada cuatro personas estaba en riesgo de pobreza en 2021, y dos de cada diez puestos de trabajo en Europa eran de “mala calidad” en 2017. Esa es una realidad que puede afectar negativamente el estado físico y salud mental de los trabajadores.

El informe del parlamento propone más negociación colectiva, diálogo social y democracia en el lugar de trabajo para lograr salarios dignos, especialmente en un contexto en el que la el costo de vida ha aumentado considerablemente.

Entre las propuestas más concretas, el parlamento pide que la directiva sobre el salario mínimo se implemente lo antes posible (elevándolo a por lo menos el 60 por ciento del salario bruto promedio del país); y que se haga permanente el mecanismo de protección temporal para mitigar el riesgo de desempleo en situaciones de emergencia (SURE).

Tampoco descuida las transformaciones más recientes y pide al ejecutivo de la UE una directiva que regule las condiciones del teletrabajo en la UE, así como que garantice condiciones dignas en los puestos de trabajo surgidos en la economía verde o digital.

Gobernanza económica, pero con una dimensión social

El actual marco de estabilidad y crecimiento de la UE está “obsoleto” para afrontar los retos sociales y sostenibles que se avecinan, según el informe de Durá.

Para 2024, la comisión propondrá recomendaciones fiscales específicas para cada estado miembro.

“El modelo de gobernanza económica debe cambiar y enfatizar la dimensión social”, dijo la eurodiputada española a EUobserver.

La dimensión social en el marco de la gobernanza económica implica tener en cuenta las transformaciones digitales y ecológicas de las economías europeas.

Significa que “ningún objetivo de crecimiento económico debe estar por encima de los objetivos sociales o ambientales”, aclaró Durá.

Adiós desequilibrios sociales

Si existen mecanismos para evaluar los desequilibrios económicos dentro de la UE, ¿por qué no tener uno para evaluar los desequilibrios sociales?, preguntó el parlamento, y fue escuchado.

La comisión ya está estudiando la propuesta de crear un instrumento para medir estos desequilibrios sociales, aunque —en otra jerga— llamarlo marco de convergencia social.

El objetivo es monitorear y detectar cualquier aumento en la brecha entre ricos y pobres en un estado miembro, la diferencia entre lo que ganan hombres y mujeres, o el nivel de personas sin hogar, con el fin de abordar estos desequilibrios entre los estados miembros y comprender sus causas subyacentes.

‘Flexibilidad’ para las transiciones gemelas

Las reglas fiscales europeas carecen de medidas estructurales que vayan más allá del período de transición y apunten al mediano y largo plazo, señala el informe.

Para ello, se debe realizar una evaluación de la situación económica y social, e implementar criterios o reglas, que permitan sendas de ajuste individuales para aquellos países más endeudados o cuyas economías son más pequeñas y con más dificultades.

Estos ajustes darían más flexibilidad para llevar a cabo las reformas e inversiones necesarias para las transiciones verde y digital en curso.

Para garantizar que estas reformas y políticas (existentes y nuevas) sean justas, también se debe evaluar su impacto distributivo para responder a la pregunta: ¿contribuyen a reducir las desigualdades sociales, económicas y regionales? Si la respuesta es no, el marco de convergencia social tendría que hacer su magia.

Fondo común para las necesidades sociales y climáticas

El Fondo Europeo de Soberanía es una propuesta de la comisión para impulsar la competitividad del bloque a través de la inversión en las industrias estratégicas de los estados miembros.

Las recomendaciones del parlamento también incluyen que el fondo común se puede utilizar para abordar los desafíos sociales, climáticos y ambientales que vendrán con la transición verde y digital.

“El futuro de la inversión, si queremos hacer inversión, no puede preverse sin un componente social que responda a los miedos y expectativas de las generaciones jóvenes y de todos los ciudadanos de Europa”, ha dicho el eurodiputado Dragos Pislaru (Renovar Europa) durante un pleno sesión esta semana.

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