Sorprendente descubrimiento revela que las dunas de arena ‘respiran’ vapor de agua

Sorprendente descubrimiento revela que las dunas de arena ‘respiran’ vapor de agua

Los paisajes desérticos no son tan sin vida como parecen. Vastos mares de dunas de arena no solo pueden crecer, moverse e interactuar entre sí, un estudio reciente sugiere que también pueden ‘respirar’.

Utilizando una sonda supersensible que tardó décadas en inventarse, los investigadores han demostrado que las dunas de arena inhalan y exhalan regularmente pequeñas cantidades de vapor de agua.

Las inhalaciones son más difíciles de lograr cuando la arena está más seca. Pero cuando el viento fluye sobre la superficie de una duna, se lleva la capa superior, creando un cambio rápido en la humedad y la presión de la superficie. Como resultado, “ondas evanescentes de humedad

de la atmósfera arriba fluyen hacia abajo.

La sonda utilizada para detectar este flujo es tan sensible a la humedad que puede recoger pequeñas películas de agua en un solo grano de arena.

Cuando se sumergió en una duna en el desierto de Qatar, el instrumento pudo escanear la temperatura, la radiación y la humedad en su entorno con una resolución de escala milimétrica en solo 20 segundos.

Estas mediciones se repitieron cada 2,7 minutos durante dos días completos, acumulando una gran cantidad de datos.

Los autores no conocen ningún otro instrumento que pueda controlar una duna de arena con una resolución espacial o temporal tan alta.

En combinación con datos sobre la velocidad y dirección del viento, así como la temperatura y la humedad ambiental, los autores han revelado un comportamiento extremadamente sutil de la arena en el desierto.

A diferencia del calor, que se conduce a través de granos de arena individuales, el vapor de agua parece filtrarse entre los granos.

Los poros de una duna de arena, por lo tanto, transportan la humedad desde la superficie hacia abajo, y estos caminos se hacen y rehacen cuando sopla el viento.

“El viento fluye sobre la duna y, como resultado, crea desequilibrios en la presión local, lo que literalmente obliga al aire a entrar y salir de la arena. Entonces, la arena respira, como respira un organismo”. explica ingeniero mecánico Michel Louge de la Universidad de Cornell.

Esta ‘respiración’ podría ser parte de lo que permite que los microbios vivan en las profundidades de las dunas de arena, incluso cuando no hay agua líquida disponible.

Curiosamente, en la superficie de la duna, la sonda midió menos evaporación de lo que predijeron los científicos. Para una región tan hiperárida, la lixiviación de la humedad de la duna de arena a la atmósfera fue un proceso químico relativamente lento.

“Esta es la primera vez que se pueden medir niveles tan bajos de humedad”, dice Louge.

La sensibilidad de la nueva sonda es una hazaña tecnológica que podría permitir a los científicos medir con mayor precisión cómo las tierras agrícolas se convierten en desiertos, un proceso exacerbado por el cambio climático.

“El futuro de la Tierra, si seguimos así, es un desierto” advierte Louge.

Por lo tanto, saber más sobre cómo funcionan los desiertos podría ser realmente útil. Y no solo para una mejor comprensión de nuestro propio planeta.

Las sondas que pueden medir con sensibilidad la humedad dentro de la arena podrían ayudar a los expertos a encontrar señales invisibles de agua en, por ejemplo, Marte.

El hecho de que el desierto parezca desierto en la superficie no significa que no haya vida escondida debajo.

El estudio fue publicado en el Diario de Investigación Geofísica: Superficie de la Tierra.

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