
Su horario de defecación dice mucho sobre su salud general, según un estudio: Heaven32

Un estudio publicado en Medicina de informes celulares revela que la frecuencia de las deposiciones influye significativamente en la fisiología y la salud a largo plazo, y los mejores resultados se relacionan con defecar una o dos veces al día.
Investigaciones anteriores han sugerido asociaciones entre el estreñimiento y la diarrea con mayores riesgos de infecciones y afecciones neurodegenerativas, respectivamente.
Pero dado que estos hallazgos se observaron en pacientes enfermos, no estaba claro si las visitas irregulares al baño eran la causa o el resultado de sus afecciones.

“Espero que este trabajo abra un poco la mente de los médicos sobre los riesgos potenciales de no controlar la frecuencia de las deposiciones”, dijo a la AFP el autor principal Sean Gibbons, del Instituto de Biología de Sistemas, explicando que los médicos a menudo consideran que los movimientos irregulares son simplemente una “molestia”.
Gibbons y su equipo recopilaron datos clínicos, de estilo de vida y biológicos, incluida la química sanguínea, el microbioma intestinal, la genética y más, de más de 1.400 voluntarios adultos sanos sin signos de enfermedad activa.
Las frecuencias de evacuaciones intestinales autoinformadas por los participantes se clasificaron en cuatro grupos: estreñimiento (una o dos deposiciones por semana), normal baja (tres a seis por semana), normal alta (una a tres por día) y diarrea.
Cuando las heces permanecen demasiado tiempo en el intestino, los microbios agotan la fibra disponible, que fermentan en ácidos grasos de cadena corta beneficiosos, y en su lugar fermentan proteínas, produciendo toxinas como el sulfato de p-cresol y el sulfato de indoxilo.
“Lo que encontramos es que incluso en personas sanas que están estreñidas, hay un aumento de estas toxinas en el torrente sanguíneo”, dijo Gibbons, señalando que estas toxinas son particularmente perjudiciales para los riñones.

Clave de frutas y verduras
En casos de diarrea, el equipo encontró química clínica indicativa de inflamación y daño hepático.
Gibbons explicó que durante la diarrea, el cuerpo excreta un exceso de ácido biliar, que de otro modo el hígado reciclaría para disolver y absorber las grasas de la dieta.

Las bacterias intestinales fermentadoras de fibra conocidas como “anaerobios estrictos”, asociadas con la buena salud, prosperaron en la “zona Ricitos de Oro” de una o dos deposiciones al día.
Sin embargo, Gibbons enfatizó que se necesita más investigación para definir este rango óptimo con mayor precisión.
Demográficamente, las personas más jóvenes, las mujeres y aquellos con un índice de masa corporal más bajo tendían a defecar con menos frecuencia.
Las diferencias hormonales y neurológicas entre hombres y mujeres pueden explicar la brecha, afirmó Gibbons, junto con el hecho de que los hombres generalmente consumen más alimentos.

Finalmente, al combinar datos biológicos con cuestionarios de estilo de vida, el equipo pintó una imagen clara de quienes normalmente caen en la Zona Ricitos de Oro.
“La señal más importante que vimos fue comer más frutas y verduras”, dijo Gibbons, además de beber mucha agua, realizar actividad física regular y llevar una dieta con mayor predominio de plantas.
El siguiente paso en la investigación podría implicar el diseño de un ensayo clínico para controlar las deposiciones de un gran grupo de personas, seguido durante un período prolongado para evaluar su potencial en la prevención de enfermedades.
© Agencia France-Presse