Cómo reformar el modelo de negocio de economía de la atención de Big Tech

Ver la realidad con claridad y veracidad es fundamental para nuestra capacidad de hacer cualquier cosa. Al monetizar y mercantilizar la atención, hemos vendido nuestra capacidad de ver problemas y promulgar soluciones colectivas. Esto no es nuevo. Casi siempre que permitimos que los sistemas de soporte vital de nuestro planeta o sociedad se mercantilicen, se producen otras averías. Cuando mercantiliza la política con anuncios de micro-orientación optimizados para IA, elimina la integridad de la política. Cuando mercantiliza los alimentos, pierde el contacto con el ciclo de vida que hace que la agricultura sea sostenible. Cuando se convierte la educación en productos digitales de contenido, se pierde la interrelación del desarrollo humano, la confianza, el cuidado y la autoridad docente. Cuando mercantilizas el amor convirtiendo a las personas en naipes en Tinder, rompes el complejo baile que implica forjar nuevas relaciones. Y cuando mercantiliza la comunicación en trozos de publicaciones e hilos de comentarios en Facebook, elimina el contexto, los matices y el respeto. En todos estos casos, los sistemas extractivos erosionan lentamente los cimientos de una sociedad sana y un planeta sano.

Cambio de sistemas para proteger la atención

EO Wilson, el famoso biólogo, propuso que los humanos deberían gobernar solo la mitad de la Tierra y que el resto debería dejarse en paz. Imagine algo similar para la economía de la atención. Podemos y debemos decir que queremos proteger la atención humana, incluso si eso sacrifica una parte de las ganancias de Apple, Google, Facebook y otras grandes corporaciones tecnológicas.

Los bloqueadores de anuncios en dispositivos digitales son un ejemplo interesante de lo que podría convertirse en un cambio estructural en el mundo digital. ¿Son los bloqueadores de anuncios un derecho humano? Si todo el mundo pudiera bloquear anuncios en Facebook, Google y sitios web, Internet no podría financiarse y la economía de la publicidad perdería enormes cantidades de ingresos. ¿Ese resultado niega el derecho? ¿Tu atención es correcta? ¿Lo posees? ¿Deberíamos ponerle precio? La venta de órganos humanos o personas esclavizadas puede satisfacer una demanda y generar ganancias, pero decimos que estos artículos no pertenecen al mercado. Como los seres humanos y sus órganos, ¿debería ser la atención humana algo que el dinero no pueda comprar?

¿Tu atención es correcta? ¿Lo posees? ¿Deberíamos ponerle precio? Como los seres humanos y sus órganos, ¿debería ser la atención humana algo que el dinero no pueda comprar?

La pandemia del covid-19, el movimiento Black Lives Matter y el cambio climático y otras crisis ecológicas han hecho que cada vez más personas se den cuenta de lo quebrantados que están nuestros sistemas económicos y sociales. Pero no estamos llegando a las raíces de estas crisis interconectadas. Estamos cayendo en las intervenciones que se sienten como la respuesta correcta, pero en cambio son trampas que mantienen subrepticiamente el status quo. Las prácticas policiales ligeramente mejores y las cámaras corporales no evitan la mala conducta de la policía. Comprar un Prius o un Tesla no es suficiente para reducir realmente los niveles de carbono en la atmósfera. Reemplazar las pajitas de plástico por unas biodegradables no salvará los océanos. El movimiento de Instagram para ocultar la cantidad de “me gusta” no está transformando los problemas de salud mental de los adolescentes, cuando el servicio se basa en la comparación social constante y el secuestro sistémico del impulso humano de conexión. Necesitamos una reforma sistémica mucho más profunda. Necesitamos cambiar las instituciones para que sirvan al interés público de manera acorde con la naturaleza y la escala de los desafíos que enfrentamos.

En el Center for Humane Technology, una cosa que hicimos fue convencer a Apple, Google y Facebook de que adoptaran, al menos en parte, la misión de “Time Well Spent” incluso si iba en contra de sus intereses económicos. Este fue un movimiento que lanzamos a través de amplias campañas de concienciación y promoción en los medios de comunicación, y ganó credibilidad entre los diseñadores de tecnología, los padres preocupados y los estudiantes. Pidió cambiar los incentivos del mundo digital de una carrera por el “tiempo dedicado” a las pantallas y aplicaciones a una “carrera hacia la cima” para ayudar a las personas a pasar bien el tiempo. Ha llevado a un cambio real para miles de millones de personas. Apple, por ejemplo, introdujo funciones de “Tiempo de pantalla” en mayo de 2018 que ahora se incluyen con todos los iPhones, iPads y otros dispositivos. Además de mostrar a todos los usuarios cuánto tiempo pasan en su teléfono, Screen Time ofrece un panel de controles parentales y límites de tiempo de aplicaciones que muestran a los padres cuánto tiempo pasan sus hijos en línea (y qué están haciendo). Google lanzó su similar Bienestar digital iniciativa casi al mismo tiempo. Incluye otras características que sugerimos, como facilitar la desconexión antes de acostarse y limitar las notificaciones. En la misma línea, YouTube introdujo las notificaciones “Tómate un descanso”.

Estos cambios muestran que las empresas están dispuestas a hacer sacrificios, incluso en el ámbito de miles de millones de dólares. No obstante, todavía no hemos cambiado la lógica central de estas corporaciones. Que una empresa haga algo en contra de sus intereses económicos es una cosa; hacer algo en contra del ADN de su propósito y objetivos es algo completamente diferente.

Trabajando hacia la acción colectiva

Necesitamos una reforma profunda y sistémica que cambie a las corporaciones tecnológicas para que sirvan al interés público ante todo. Tenemos que pensar más en profundidad sobre cuánto cambio sistémico podría ser posible y cómo aprovechar la voluntad colectiva de la gente.

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