Jefes de software espía franceses acusados ​​por su papel en la tortura de disidentes

Los altos ejecutivos de una empresa francesa de software espía han sido acusados ​​de la venta de software de vigilancia por parte de la empresa a regímenes autoritarios en Libia y Egipto, que resultó en la tortura y desaparición de disidentes.

Si bien la vigilancia de alta tecnología es una industria multimillonaria en todo el mundo, es raro que las empresas o los individuos enfrenten consecuencias legales por vender tales tecnologías, incluso ante dictaduras notorias u otros regímenes peligrosos. Pero los cargos en el Tribunal Judicial de París contra los líderes de Amesys, una empresa de vigilancia que luego cambió su nombre a Nexa Technology, afirman que las ventas a Libia y Egipto durante la última década llevaron al aplastamiento de la oposición, la tortura de disidentes y otros abusos de derechos.

El ex director de Amesys, Philippe Vannier, y tres ejecutivos actuales y anteriores de Nexa Technologies fueron acusados ​​de “complicidad en actos de tortura” por vender tecnología de espionaje al régimen libio. Medios franceses informe

que el presidente de Nexa, Olivier Bohbot, el director gerente Renaud Roques y el ex presidente Stéphane Salies enfrentan los mismos cargos por las ventas de vigilancia a Egipto.

“Cuando miras los intentos de responsabilizar a estas empresas, ves muchos fracasos … todavía enfrentamos fuertes obstáculos”.

Clémence Bectarte, Federación Internacional de Derechos Humanos

Los cargos fueron presentados por la unidad de Crímenes contra la Humanidad y Crímenes de Guerra del tribunal, pero el caso comenzó hace 10 años cuando Amesys vendió su sistema para escuchar el tráfico de Internet al dictador libio Muammar Gaddafi. Seis víctimas del espionaje testificaron en Francia sobre haber sido arrestadas y torturadas por el régimen, una experiencia que dicen es resultado directo de estas herramientas de espionaje. En 2014, la compañía vendió software de vigilancia al presidente egipcio Abdel al-Sisi poco después de que tomara el control del país en un golpe militar.

Las denuncias, presentadas por la Federación Internacional de Derechos Humanos, o FIDH, y la Liga Francesa de Derechos Humanos, alegan que la empresa no tenía permiso del gobierno para vender sus tecnologías a Libia o Egipto porque la supervisión era débil y en ocasiones inexistente. Las denuncias dieron lugar a una investigación judicial independiente contra Amesys / Nexa, que aún está en curso. A continuación, los jueces decidirán si enviar el caso a un tribunal penal o desestimarlo si no hay pruebas suficientes, pero la acusación es un gran paso adelante y apunta hacia la posibilidad de que los jueces vean la evidencia como potencialmente lo suficientemente sólida para respaldar un juicio penal.

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