Una bomba de relojería: las pensiones de los autónomos en Europa

Muchos de los trabajadores por cuenta propia de hoy se enfrentan a una jubilación sombría. Así es como se soluciona esto:

Para los oficinistas descontentos de todo el mundo, que en silencio fantasean con una vida sin reuniones inútiles y malos jefes, es tentador pensar que convertirse en trabajadores por cuenta propia podría ser el boleto.

  • Es difícil pensar en envejecer cuando estás ocupado montando tu propio negocio (Foto: soylentgreen23)

Sin embargo, con toda la flexibilidad y la libertad que brinda el trabajo independiente, la mayoría de los que trabajan por cuenta propia se enfrentan a una existencia más precaria. Trabajan más horas, pueden ser despedidos sin previo aviso y no tienen derecho a atención médica.

¿En cuanto a los derechos de pensión? Bueno, en su mayoría son un sueño.

A diferencia de los trabajadores a tiempo completo que tienen derecho a pensiones públicas a las que debe contribuir su empresa, los autónomos no obtienen beneficios de las cotizaciones patronales, ni acceden a las mismas prestaciones que los trabajadores por cuenta ajena, incluida la pensión estatal.

A estudio de la OCDEun grupo de expertos de países ricos, examinó 15 países de la UE y descubrió que la mediana de los trabajadores por cuenta propia jubilados recibe pensiones públicas que son casi una cuarta parte más bajas que los empleados jubilados.

Por lo tanto, aquellos que trabajan por su cuenta deben planificar sus propios ahorros para la jubilación, pero es difícil pensar en envejecer cuando está ocupado montando su propio negocio.

Un estudio de la Comisión Europea sugiere que existe una falta preocupante de planificación de la jubilación entre quienes trabajan con flexibilidad: más de la mitad no ahorra para los años posteriores al trabajo.

Como resultado, muchos de los trabajadores por cuenta propia de hoy enfrentan dificultades económicas, o incluso pobreza, más adelante en la vida.

Investigación reciente por el grupo de expertos Bruegel advirtió que los trabajadores independientes tienen, en promedio, un riesgo mucho mayor de pobreza en la vejez que los empleados tradicionales.

Debido a que el número de personas en empleos no tradicionales ha aumentado en los últimos años, cada vez más, esto se ha convertido en una bomba de relojería para los gobiernos. En 2021 había 25 millones de trabajadores por cuenta propia en la UE, lo que representaba el 28 % y el 20 % de la mano de obra en Grecia e Italia, respectivamente.

El panorama de las pensiones en Europa está fragmentado, ya que las normas se componen de un mosaico complejo de las normas nacionales y de la UE, pero hay tres reformas estructurales clave que todos los gobiernos podrían implementar para ayudar a cerrar la brecha de las pensiones.

En primer lugar, se debería obligar a las empresas a realizar al menos alguna contribución, sobre la base del salario total, a las pensiones estatales de los trabajadores autónomos que contraten. Esto también ayudaría a los gobiernos a tomar medidas enérgicas contra las empresas que recortan costos al utilizar trabajadores autónomos para negarles los derechos laborales.

En segundo lugar, se necesitan exenciones fiscales y otros incentivos para fomentar más ahorros para la jubilación.

La investigación de la OCDE encontró que las políticas que tienen como objetivo promover la innovación pueden tener la consecuencia no deseada de disuadir el ahorro. Como resultado, más del 85 por ciento de los trabajadores por cuenta propia españoles pagan solo la cotización de pensión mínima obligatoria.

Y por último, se debería exigir a quienes trabajan por cuenta propia que contribuyan a los planes de pensiones públicos de la misma manera que lo hacen los empleados. En Alemania e Italia, por ejemplo, los autónomos no están obligados a contribuir a una pensión estatal. Mientras tanto, en Bélgica, Francia y Polonia, los autónomos no pueden contribuir tanto como los trabajadores a tiempo completo a su pensión estatal.

Como era de esperar, entonces, la pensión pública mediana para los autónomos es más baja que la de los trabajadores a tiempo completo en la mayoría de los países de la UE; en un 50 por ciento en Alemania y alrededor de un 30 por ciento en Francia, Italia y España. Claramente, tal discriminación es generalizada e injusta.

La regulación y las prácticas laborales de Europa no han seguido el ritmo del cambiante mundo del trabajo, por lo que los responsables políticos han pasado por alto (o ignorado) la brecha de las pensiones durante demasiado tiempo.

Los políticos deben actuar con rapidez y armonizar las normas sobre pensiones para trabajadores por cuenta ajena y por cuenta propia para evitar una crisis social en toda regla.

En última instancia, si una parte cada vez mayor de la fuerza laboral tiene que hacer frente a pensiones inadecuadas, serán los gobiernos quienes tendrán que recoger los pedazos.

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