VW está invirtiendo miles de millones en motores de combustión, aunque dice que es tecnología obsoleta
Es justo decir que la transición a los vehículos eléctricos no está yendo como algunos fabricantes de automóviles habían imaginado. Varios fabricantes de automóviles están posponiendo sus ambiciosos objetivos de conducir de forma puramente eléctrica en un futuro próximo. El año pasado, Volkswagen estimó que los vehículos eléctricos representarían hasta el 80 por ciento de las ventas anuales en Europa para finales de la década. La mediocre acogida de los modelos ID ha llevado a VW a revisar su estrategia.
De 180 mil millones de euros (196 mil millones de dólares), que se destinó principalmente a vehículos eléctricos de próxima generación en 2023, la marca alemana ahora utilizará un tercio de esa cantidad para seguir desarrollando motores de combustión interna. El anuncio proviene de Arno Antlitz, director financiero y director de operaciones del Grupo Volkswagen. La compañía planea gastar alrededor de 60 mil millones de euros (65 mil millones de dólares) para “mantener competitivos nuestros autos de combustión”.
Como ponente en un evento de Reuters
El jefe de la marca VW, Thomas Schäfer, calificó el año pasado el motor de combustión en relación con los combustibles electrónicos como “tecnología antigua”. Las discusiones sobre los combustibles sintéticos son “ruido innecesario”. Esto a pesar de que la marca Porsche del Grupo VW participa activamente en la producción de combustible sintético en una fábrica en Chile.
Otras marcas importantes del imperio VW también siguen de cerca el desarrollo de combustibles sostenibles. Bugatti incluso está pensando en diseñar gasolineras que puedan instalarse en casa del propietario y repostar con combustible sintético. Lamborghini cree que el motor de combustión interna podría salvarse si se utilizara algo distinto de combustibles fósiles. Y Bentley también está investigando combustibles casi neutros en CO2.
Hablando de la marca con sede en Crewe, Bentley ha retrasado tres años su objetivo de producir únicamente coches eléctricos para 2030. Ford tampoco cree ya que pueda pasarse completamente a los coches eléctricos en Europa de aquí a 2030. Aston Martin también cambió recientemente de rumbo y seguirá produciendo automóviles con motores de combustión interna durante la próxima década.
Está claro que cada vez más fabricantes de automóviles están reconsiderando sus estrategias para los vehículos eléctricos, ya que la gente aún no está preparada para renunciar a los motores de combustión interna. Los fabricantes de automóviles se encuentran en un aprieto a medida que las regulaciones sobre emisiones se vuelven más estrictas y requieren inversiones para hacer que los motores de gasolina sean más limpios. Al mismo tiempo, la ofensiva eléctrica de China está causando preocupación entre los actores globales.