Al igual que muchos sismólogos, Bruce Banerdt revisa su correo electrónico todas las mañanas para conocer el último informe del terremoto. Sin embargo, a diferencia de otros, espera fervientemente que el "grande" finalmente haya golpeado. Esto se debe a que la información en su sesión informativa diaria proviene de un planeta completamente diferente, donde los "marsquakes" no representan una amenaza para la vida humana o la infraestructura. Si aparece uno grande, viajando directamente a través del planeta y sacudiendo el InSight Lander de la NASA en la superficie, no traerá nada más que buenas noticias para los investigadores que buscan una ventana al interior de Marte.