El coste humano de la IA en la vigilancia migratoria de la UE-África

El coste humano de la IA en la vigilancia migratoria de la UE-África

El costo ético de las herramientas de Inteligencia Artificial ha desatado acalorados debates en los últimos meses. Desde chatbots hasta software de generación de imágenes, defensores y detractores han estado debatiendo las ventajas tecnológicas y las desventajas sociales de la nueva tecnología.

En dos informes publicados recientementeEuroMed Rights, Statewatch y la investigadora independiente Antonella Napolitano han investigado los costos humanos y financieros de la IA en la migración.

Los informes muestran cómo el despliegue de IA para gestionar los flujos migratorios contribuye activamente a la inestabilidad de la región de Oriente Medio y el Norte de África, así como a los procedimientos fronterizos discriminatorios y a la muerte de miles cada año.

La UE, financiador de la vigilancia

La región de Oriente Medio y Norte de África ha estado en el c entro de las políticas europeas de externalización del control migratorio durante décadas. Cada vez más, la tecnología de vigilancia juega un papel crucial en la dimensión externa de la migración.

Sin embargo, las tecnologías de vigilancia desplegadas en países con el pretexto de luchar contra la trata de personas, el contrabando o la lucha contra el terrorismo a menudo se desvían de su uso inicial. Las democracias frágiles y los gobiernos autoritarios las utilizan para restringir el espacio cívico y la libertad de expresión de activistas, periodistas y defensores de los derechos humanos.

El negociaciones recientes entre la UE y Túnez han demostrado una vez más cómo la estrategia europea y de los estados miembros se mantiene invariable: millones de euros a cambio de drones, patrulleros y helicópteros para rastrear a los migrantes y frenar los flujos migratorios.

Herramientas de seguridad y militares entregadas a un país que está retrocediendo al autoritarismo, y donde la represión del espacio cívico y las libertades democráticas está escalando.

Después de todo, Túnez, al igual que otros países del Magreb, ha recibido este tipo de apoyo a través del Fondo Fiduciario Europeo para África durante años, por ejemplo a través de la en curso BMP-Magreb

proyecto.

¿Son compatibles las tecno-fronteras y los derechos humanos?

Décadas de “forzar” las fronteras de la UE siguen mostrando lo mismo: las herramientas o la tecnología militares, de seguridad y de defensa no detienen la migración, solo la hacen más peligrosa y letal. Según la Organización Internacional para las Migraciones, el primer trimestre de 2023 ha sido el más letal desde 2017 en el Mediterráneo Central.

No obstante, el aparato de seguridad y vigilancia sólo se espera que aumente: nuevos estudios e investigaciones encargados por la UE, como el realizado por la consultora Deloittecentrarse en formas de refinar, optimizar y expandir el uso de estas tecnologías, también a través de IA, a pesar de la evidencia de violaciones de derechos humanos, inexactitud o incapacidad para realizar lo que se presenta.

Vigilancia: un negocio de mil millones de euros

La gestión de fronteras se ha convertido en un negocio de pleno derecho patrocinado por el contribuyente de la UE.

La dimensión exterior de la migración y el control de fronteras atrae grandes sumas de dinero. La Unión Europea ha destinado miles de millones de euros. Primero a través de los 5.000 millones de euros de la UE Fondo fiduciario de emergencia para África

lanzado en 2015 y centrado en frenar la migración y fortalecer la gestión fronteriza.

Entonces el Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional (NDICI), cuyo presupuesto total asciende a casi 80.000 millones de euros, establecerá alrededor del 10 % del gasto en la gobernanza de la migración.

El informe de EuroMed Rights Inteligencia artificial: la nueva frontera de la estrategia de externalización de fronteras de la UE muestra que los países de la región MENA fueron destinatarios de proyectos multimillonarios que incluían el desarrollo de la capacidad de las autoridades de terceros países en redes sociales e inteligencia de fuente abierta, recolección de huellas dactilares, extracción de datos de teléfonos móviles y otras técnicas de investigación.

Algunos ejemplos son el proyecto desmantelar las redes criminales que operan en el norte de África e involucrado en el tráfico de migrantes y la trata de personas que asignó 15 millones de euros a los organismos encargados de hacer cumplir la ley en Argelia, Egipto, Libia y Túnez. O el formaciones organizadas por la CEPOL para la policía argelina sobre la inteligencia de las redes sociales.

Al mismo tiempo, millones de euros han estado fluyendo, y lo harán cada vez más, a los estados miembros, para la fortificación electrónica de las fronteras exteriores de Europa, a través del despliegue de bases de datos de TI a gran escala y el uso de nuevas tecnologías como el reconocimiento facial. en los enclaves españoles de Ceuta y Melilla.

El informe de EuroMed Rights Europe’s techno-borders ilustra cómo esta arquitectura para la vigilancia de fronteras se ha ido expandiendo continuamente durante las últimas décadas en un intento por detectar, disuadir y repeler a refugiados y migrantes. Aquellos que logran ingresar, se registran biométricamente y se comparan con bases de datos a gran escala, lo que plantea serias preocupaciones sobre violaciones de la privacidad, violaciones de la protección de datos y cuestiones de proporcionalidad.

Vigilancia de vigilancia

En un contexto que se resiste al escrutinio y la rendición de cuentas públicos, y en el que el sector militar y de seguridad privado tiene un interés personal en ampliar la arquitectura de vigilancia, es crucial que la sociedad civil se haga oír sobre las violaciones que tienen lugar todos los días en las fronteras de Europa. , también a través del uso de la tecnología.

Nuevas cámaras, drones, procesamiento de datos biométricos e inteligencia artificial se desplegarán cada vez con más frecuencia en las fronteras, por lo que es de suma importancia seguir monitoreando y denunciando su uso, en la lucha por una política migratoria humana que ponga en valor los derechos de las personas. el movimiento en el centro.

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