El problema de la ‘prueba’ con las sanciones de la UE y cómo solucionarlo

El problema de la ‘prueba’ con las sanciones de la UE y cómo solucionarlo

La presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, anunció que los delitos de corrupción se incluirían en el régimen de sanciones de la UE, durante su discurso sobre el Estado de la Unión en septiembre de 2022. Ese anuncio fue bienvenido y se esperaba con mucho retraso.

Una de las formas de abordar esto es que la UE adopte sin demora un marco sólido de sanciones anticorrupción.

El 7 de diciembre de 2020, el Consejo Europeo adoptó el Régimen global de sanciones contra los derechos humanos (GHRSR) de la UE, un marco para atacar a las personas involucradas en violaciones graves de los derechos humanos en todo el mundo.

Los castigos incluyen la prohibición de activos y la congelación de viajes en la línea de la Ley Global Magnitsky de EE. UU.

Los primeros destinatarios fueron funcionarios rusos acusados ​​de violaciones de derechos humanos contra el líder opositor Alexei Navalny, entidades chinas y personas asociadas con la persecución de los uigures en Xinjiang.

Las políticas de sanciones de la UE tienen una omisión notable: no incluyen la corrupción como un delito que justifica medidas restrictivas.

El Parlamento Europeo ha sido pidiendo su inclusión desde hace algún tiempo pero hasta ahora en vano. Como tal, la UE actualmente corre el riesgo de actuar como una escapatoria para ocultar los activos después de infringir los regímenes de sanciones de otras jurisdicciones.

Ahora es el momento de que la UE se una a sus aliados en los EE. UU., el Reino Unido, Canadá y Australia para hacerlo y reconozca que la lucha contra la corrupción es un problema de seguridad nacional y mundial, como lo han hecho los EE. UU. y el Reino Unido en los últimos años.

Un marco sólido de sanciones puede eliminar los hilos de las redes corruptas que estrangulan a las sociedades libres. La imposición coordinada (es decir, la multilateralización) de sanciones permite a las jurisdicciones compartir información y coordinar acciones para que las medidas restrictivas tengan un impacto más amplio.

A veces se afirma que las sanciones son inútiles para cambiar el comportamiento y que se pueden eludir fácilmente. Pero aunque es posible que no convenzan a los actores para que renuncien a la corrupción, pueden ayudar a alterar el cálculo de los cleptócratas y un esfuerzo global conjunto puede limitar aún más su espacio operativo.

Tras la invasión rusa de Ucrania, la UE sancionó en particular a varios oligarcas rusos con la congelación de activos y posibles incautaciones.

El problema de la ‘prueba’

A unque moralmente justificado, la promulgación de medidas debido a la asociación con la guerra puede ser problemática si la prueba de su participación es difícil de probar. Aparentemente, un marco legal sólido de sanciones anticorrupción habría sido igualmente apropiado y podría haber evitado posibles enfrentamientos en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el futuro.

La UE ha creado regímenes de sanciones para contrarrestar diversas amenazas.

En enero de 2019 se activaron sanciones en relación con la proliferación y el uso de armas químicas tras los ataques de Novichok en Salisbury por parte de agentes rusos. En julio de 2020, ciudadanos rusos, chinos y norcoreanos se vieron afectados por la congelación de activos y la prohibición de viajar después de varios incidentes de guerra cibernética de alto perfil contra el bloque. La corrupción es una amenaza para la seguridad igualmente grave: desestabiliza las economías y las sociedades, dejándolas vulnerables a las privaciones y los disturbios, y debe tratarse como tal.

Hay otros beneficios de un régimen integral de sanciones, en lugar de las medidas nacionales preexistentes. Al centrarse en los malhechores individuales, otorga flexibilidad en circunstancias de sensibilidad política al desvincularse de la atribución nacional.

En octubre, el Tesoro de EE.UU. apuntó oligarcas corruptos que intentan desestabilizar Moldavia. Si Bruselas hubiera establecido un marco de sanciones anticorrupción, podría haber hecho lo mismo rápidamente, lo que habría sido un poderoso símbolo de solidaridad hacia un país candidato a la UE.

Definición de ‘corrupción’

La UE ya cuenta con medidas bastante buenas contra el blanqueo de capitales y el terrorismo para hacer frente a los flujos de dinero ilícito.

Sin embargo, la buena legislación y las investigaciones efectivas se ven obstaculizadas por la falta de recursos y capacidad en los organismos encargados de hacer cumplir la ley, la ausencia de registros públicos de beneficiarios reales y la mala coordinación entre los departamentos gubernamentales y el sector bancario.

Esta es la razón por la que la UE necesita un marco legal sólido sobre sanciones anticorrupción. Si bien las oficinas de los investigadores siguen sin contar con suficiente personal y las investigaciones son procesos prolongados, las sanciones como la congelación de activos pueden actuar rápidamente para evitar la fuga de capitales.

Aunque es urgente, esto no se puede hacer con entusiasmo.

La definición de corrupción debe ser clara y coherente con otras normas existentes, como la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC). Debe haber un umbral probatorio sólido para delinear entre individuos, un grupo o una entidad asociada. Las preocupaciones sobre el sesgo político y el debido proceso deben responderse con garantías sólidas compatibles con la defensa de los derechos fundamentales. Todo esto debe hacerse en estrecha colaboración con organizaciones de la sociedad civil con un buen historial de recopilación de pruebas.

El primer paso es que Josep Borrell, el alto representante de asuntos exteriores de la UE, dé un mandato oficial al Consejo Europeo para comenzar a trabajar en un marco anticorrupción. La creación de un grupo de trabajo dedicado dentro del consejo que se centre en asuntos anticorrupción será una adición útil, ya que facilitará las discusiones con expertos.

La unidad de sanciones dentro del Servicio de Acción Europeo también necesitará reforzarse en términos de capacidad, financiación y recursos humanos. El Día Internacional contra la Corrupción, el 9 de diciembre, parece una fecha muy adecuada para que este anuncio se ponga en marcha.

La corrupción tiene un impacto corrosivo en las sociedades occidentales, socavando la gobernanza y el estado de derecho, y los cleptócratas forman fuertes redes transnacionales similares a las de Hydra.

Las sanciones son más efectivas cuando se coordinan con otros estados, y un marco sólido ayudaría a cortocircuitar estas redes, restringir las acciones de los delincuentes y proteger la integridad de las instituciones nacionales occidentales. Los aliados más cercanos de la UE están de acuerdo, y ahora le toca al consejo ponerse a trabajar.

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