Una empresa china está vendiendo su tecnología de vigilancia a la Guardia Revolucionaria, la policía y el ejército de Irán, según un nuevo informe de IPVM, un grupo de investigación en vigilancia. La firma, llamada Tiandy, es una de las compañías de videovigilancia más grandes del mundo, reportando casi $ 700 millones en ventas en 2020. La compañía vende cámaras y el software habilitado para IA que las acompaña, incluida la tecnología de reconocimiento facial, software que, según afirma, puede detectar la raza de alguien. y mesas de interrogatorio “inteligentes” para usar junto con las “sillas de tigre”, que han sido ampliamente documentadas como una herramienta para la tortura.
El informe es una mirada poco común a algunos detalles de la relación estratégica de China con Irán y las formas en que el país distribuye la tecnología de vigilancia a otras autocracias en el extranjero.
La herramienta de “seguimiento étnico” de Tiandy, que ha sido ampliamente cuestionada por los expertos por ser inexacta y poco ética, se cree que es uno de varios sistemas basados en inteligencia artificial que el gobierno chino
El informe, basado en el análisis de las publicaciones de Tiandy en las redes sociales y los materiales de marketing web disponibles al público, muestra que la compañía ha firmado un contrato de cinco años en Irán, donde planea tener ocho miembros del personal local. El informe también detalla que, si bien Tiandy es de propiedad privada, su CEO, Dai Lin, es un partidario público del Partido Comunista, el partido gobernante en China, y la empresa es un importante proveedor del gobierno chino
Es importante destacar que el informe reveló que las grabadoras de video en red (NVR) de Tiandy están siendo utilizadas por el ejército iraní y impulsado por chips producidos por el fabricante estadounidense Intel, lo que plantea dudas sobre si la empresa ha violado las sanciones de Estados Unidos contra Irán. Penny Bruce, portavoz de Intel, dijo a .: “No tenemos conocimiento de las acusaciones planteadas y estamos investigando la situación”.
Una asociación en ciernes
El nuevo informe es una de las pocas pruebas contundentes de algo que los expertos han sospechado durante mucho tiempo: que Irán está tratando de construir un sistema de control digital sobre sus ciudadanos, siguiendo el modelo de China y utilizando herramientas chinas. La censura y la vigilancia son principios fundamentales de ese modelo, dice Saeid Golkar, experto en seguridad iraní y profesor de la Universidad de Tennessee, Chattanooga. “La República Islámica está tratando de crear una Internet como China, creando conectividad masiva y luego controlándola”, dice.