El insomnio puede tener un grave impacto en la salud y el bienestar de una persona. Ahora, un estudio de mujeres de 50 años o más descubrió que algunas partes de la dieta probablemente contribuyan a este trastorno del sueño.
El insomnio afecta a muchas personas en todo el mundo. Según la National Sleep Foundation, hasta 40% de las personas en los Estados Unidos experimentan algunos síntomas de insomnio cada año.
Los investigadores han tomado debida nota de esto, ya que numerosos estudios han sugerido que el insomnio no es solo una molestia leve: en realidad puede estar relacionado con muchos otros resultados negativos para la salud.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la corta duración del sueño y las interrupciones del sueño son
Por esta razón, los especialistas han estado buscando formas de prevenir o tratar el insomnio y otros trastornos del sueño, comenzando por buscar todas las causas posibles.
La investigación existente ya ha llamado la atención sobre el hecho de que
El equipo de investigación informa estos hallazgos en un documento de estudio que ahora aparece en
"El insomnio a menudo se trata con terapia cognitiva conductual o medicamentos, pero estos pueden ser costosos o tener efectos secundarios", explica el autor principal del estudio James Gangwisch, Ph.D.
Pero, agrega, "(b) al identificar otros factores que conducen al insomnio, podemos encontrar intervenciones directas y de bajo costo con menos efectos secundarios potenciales".
El posible mecanismo subyacente
Los investigadores trabajaron con los datos de 53.069 mujeres participantes de 50 a 79 años, todas las cuales se habían inscrito en el Estudio de observación de la Iniciativa de salud de la mujer entre septiembre de 1994 y diciembre de 1998.
Para comprender si realmente existe o no un vínculo entre las opciones dietéticas y el riesgo de insomnio, los investigadores buscaron cualquier asociación entre las diferentes dietas y las interrupciones del sueño.
Gangwisch y sus colegas encontraron un vínculo entre un mayor riesgo de insomnio y una dieta rica en carbohidratos refinados. Esto incluye alimentos con azúcares agregados, refrescos, arroz blanco y pan blanco.
Los investigadores advierten que, según su análisis, no estaba claro si el consumo de carbohidratos refinados conducía al insomnio, o que las personas que experimentaron insomnio tenían más probabilidades de consumir carbohidratos refinados, especialmente alimentos azucarados.
Sin embargo, señalan que existe un posible mecanismo subyacente que podría explicar los azúcares agregados que causan interrupciones del sueño.
"Cuando el azúcar en la sangre se eleva rápidamente, su cuerpo reacciona liberando insulina, y la caída resultante en el azúcar en la sangre puede conducir a la liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol, que pueden interferir con el sueño", explica Gangwisch.
¿Por qué la fruta no afectará el sueño?
Los autores del estudio también explican por qué no todos los alimentos que contienen azúcar producirán el mismo efecto. Es poco probable que las frutas y verduras, que naturalmente contienen azúcar, aumenten los niveles de azúcar en la sangre casi tan rápido como los alimentos que contienen azúcares agregados.
Esto se debe a que estos alimentos naturales también son ricos en fibra, lo que significa que el cuerpo absorbe el azúcar más lentamente, evitando un aumento en los niveles de azúcar en la sangre.
De hecho, las participantes femeninas que tenían dietas ricas en verduras y frutas enteras, pero no jugos de frutas, no tenían un mayor riesgo de insomnio.
"Las frutas enteras contienen azúcar, pero la fibra en ellas disminuye la velocidad de absorción para ayudar a prevenir picos en el azúcar en la sangre", dice Gangwisch.
"Esto sugiere que el culpable de la dieta que provocó el insomnio de las mujeres fueron los alimentos altamente procesados que contienen grandes cantidades de azúcares refinados que no se encuentran naturalmente en los alimentos ".
James Gangwisch, Ph.D.
Los investigadores solo trabajaron con mujeres de 50 años o más, pero creen que los hallazgos también podrían aplicarse a hombres y personas de otras edades. En el futuro, argumentan que vale la pena explorar esta idea en estudios más detallados.
"Según nuestros hallazgos, necesitaríamos ensayos clínicos aleatorios para determinar si una intervención dietética, enfocada en aumentar el consumo de alimentos integrales y carbohidratos complejos, podría usarse para prevenir y tratar el insomnio", concluye Gangwisch.