OTAN, no más ‘muerte cerebral’ – HEAVEN32

Pulsa reproducir para escuchar este artículo

Rose Gottemoeller, ex subsecretaria general de la OTAN, es profesora distinguida de Payne en la Universidad de Stanford.

Un año después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, declarara a la OTAN con “muerte cerebral”, la alianza militar finalmente ha presentado una respuesta digna y un plan de cómo puede avanzar hacia el futuro.

Un nuevo informe, “NATO 2030”, realizado por expertos de toda la alianza, establece una serie de recomendaciones que pueden volver a encaminarnos. Ya es hora.

El meollo del problema era una tensión en el corazón de la alianza: la OTAN siempre ha sido operativamente ágil. Pero no se estaba adaptando a cambios significativos en la política.

En 2014, por ejemplo, la alianza tomó rápidamente medidas defensivas para responder a la agresión militar del Kremlin en Crimea, preparándose para el refuerzo y una presencia avanzada en los Estados bálticos, Polonia, Rumania y Bulgaria. Cada uno de los miembros de la OTAN se presentó con fuerzas militares, en caso de que la acción rusa requiriera una respuesta rápida.

Siempre estuve orgulloso de esas decisiones tempranas y decisivas, que estaban comenzando a dar sus frutos cuando llegué como subsecretario general en el otoño de 2016. Estaban tan en desacuerdo con lo que había escuchado sobre la OTAN, que fue lento cuando llegó a tomar decisiones urgentes y no podía actuar en conjunto en caso de necesidad.

Menos de un año después de mi llegada, en julio de 2017, los grupos de batalla en Letonia, Lituania, Estonia y Polonia fueron certificados para la acción. Unidades de toda la OTAN, desde Albania en el sur hasta Noruega en el norte, estaban listas para luchar juntas. Si Moscú hubiera contemplado un ataque, la OTAN en su totalidad habría respondido, un poderoso elemento disuasorio para un agresor potencial.

Pero la postura política de la OTAN no reflejó esa acción decisiva. La alianza estaba cargada con un concepto estratégico que se remontaba a 2010. Describía el entorno estratégico de una manera muy alejada de la realidad: “Hoy, el área euroatlántica está en paz y la amenaza de un ataque convencional contra El territorio de la OTAN es bajo “.

Esta caracterización estaba enormemente en desacuerdo con los pasos militares rápidos y eficientes que estaba tomando la OTAN, pero algunos aliados evitaron meterse con eso. Como neófito que era, tenía poca experiencia con la OTAN cuando llegué por primera vez, preguntaba regularmente por qué no ajustamos el concepto.

La respuesta, invariablemente, sería: “Tomemos las medidas militares urgentes que necesitamos y no abramos esa lata de gusanos”. Demasiados miembros de la OTAN tenían diferentes puntos de vista sobre cuáles deberían ser las principales prioridades de seguridad, y debatir un nuevo concepto sería demasiado divisivo. De modo que la OTAN siguió avanzando de manera eficaz en el frente militar, pero sus bases políticas se estaban quedando atrás.

El presidente francés, Emmanuel Macron, llamó a la OTAN por esta falla hace un año, con su aguda crítica de que la alianza tenía “muerte cerebral”. Argumentó enérgicamente que nuevos desafíos, incluso amenazas, se avecinaban en el horizonte y que la OTAN no estaría preparada para ellos. Debido a que el Estados Unidos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaba dando la espalda a la alianza, dijo, Europa necesitaba comenzar a pensar más como una potencia geopolítica, capaz de actuar independientemente de Washington.

Los líderes aliados aceptaron este desafío en su reunión de Londres en diciembre pasado, lanzando un estudio de un año para ver si la OTAN podría hacerlo mejor. Si se aceptan las recomendaciones de la “OTAN 2030”, los miembros de la alianza no solo darán una nueva mirada al concepto estratégico de la alianza, sino que también enfrentarán de frente los desafíos globales que se les avecinan.

Uno de los mayores de estos desafíos es el entorno competitivo agudizado, con la persistencia de Rusia como potencia militar preparada para hacer travesuras en la periferia de la OTAN.

El ascenso de China también es un tema central del informe, no porque la OTAN se traslade al Mar de China Meridional, sino porque China es cada vez más activa en Europa. Es, por ejemplo, comprar el control de la infraestructura de transporte de una manera que podría obstaculizar la libertad de operación de la OTAN.

Pero, como señala el informe, la OTAN también debería buscar oportunidades para trabajar con ambos países. Cuando se trata de Rusia, el enfoque de larga data se mantiene: la alianza debe tener los ojos claros sobre la necesidad de disuadir y defender, pero también de buscar formas de participar. En lo que respecta a China, la OTAN debería desarrollar un enfoque político, centrado en el espacio euroatlántico, que reconozca el nuevo papel de China en el mundo.

El informe también establece cómo la alianza puede adaptar su toma de decisiones para tener éxito en este nuevo entorno estratégico. La fuerza de la OTAN es su insistencia en el consenso. Sin embargo, a veces los aliados podrían adoptar un enfoque flexible dentro de la regla de consenso, permitiendo que ciertos miembros den un paso al frente para misiones a las que otros aliados pueden no querer unirse.

Tales “coaliciones de los dispuestos” dentro de la OTAN podrían ser una herramienta poderosa para armar operaciones bien planificadas con tropas bien entrenadas y disciplinadas. De esta manera, aligerarían la carga militar sobre grandes aliados como Estados Unidos, Reino Unido y Francia.

Entonces, un año después, Macron tiene su respuesta: la OTAN no tiene muerte cerebral, sino que está pensando mucho en el futuro. Para el secretario general Jens Stoltenberg, “OTAN 2030” ha puesto sobre la mesa una serie de buenas recomendaciones; ahora simplemente tiene que elegir entre ellos.

La autorreflexión de la OTAN también es una buena noticia para el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, cuando asume el cargo. Demuestra que la OTAN puede convertirse en una alianza más autónoma y eficaz, menos dependiente del poder militar estadounidense. La alianza será más capaz de defenderse a sí misma en el mundo y, del mismo modo, de apoyar a Estados Unidos cuando sea necesario.

.

Noticia original: https://www.politico.eu/article/nato-military-alliance-emmanuel-macron-russia-baltic-brain-dead-no-more/?utm_source=RSS_Feed&utm_medium=RSS&utm_campaign=RSS_Syndication

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *