La transición verde de Europa es imposible sin China, dice ministro holandés

La transición verde de Europa es imposible sin China, dice ministro holandés

La transición verde de Europa será imposible sin China, advirtió el ministro de comercio holandés, ya que la UE busca desenredar parte de su dependencia económica de la potencia asiática.

Las economías occidentales enfrentan el dilema de reducir su dependencia de las cadenas de suministro chinas mientras experimentan un aumento en la demanda interna de tecnologías limpias como la energía solar y las baterías para automóviles, una industria dominada por empresas con sede en China. Hasta ahora, mientras EE. UU. se está desvinculando de China, Europa ha sido más cautelosa ya que su economía depende más de Asia y ya sufre el cese de las importaciones de energía y materias primas de Rusia tras la invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin.

“Pasan mucho [research and development] Y sería una verdadera lástima que nos desvinculáramos por completo de China”, dijo Liesje Schreinemacher al Financial Times. El ministro dijo que los Países Bajos tenían “fuertes lazos comerciales con China” y “nos necesitamos unos a otros cuando se trata de hacer que nuestras economías sean más sostenibles e impulsar la transición verde”.

Los líderes del G7 de las economías más grandes del mundo acordaron la semana pasada reducir el riesgo de su relación con China buscando importar más productos básicos clave de otras fuentes y construyendo industrias nacionales de tecnología limpia.

Schreinemacher, quien visitará China con una delegación comercial antes de fin de año, dijo que “reducir nuestras dependencias estratégicas no significa que debamos dejar de comerciar por completo, siempre que diversifiquemos nuestras fuentes y cadenas de valor”.

En marzo, la UE dio a conocer planes destinados a aumentar la extracción y el procesamiento de materiales críticos a nivel nacional. El próximo mes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dará a conocer una estrategia de seguridad económica, a pesar de las preocupaciones en algunos estados miembros de que la Unión está tomando un giro proteccionista. China controla casi toda la cadena de suministro de energía solar global y gran parte de la capacidad de procesamiento global de minerales críticos para la transición verde.

Schreinemacher dijo que la UE debería pensar detenidamente antes de considerar las inversiones europeas en las tecnologías de vanguardia de China, un tema que también discutieron los líderes del G7 este mes. Describió la llamada selección de inversiones salientes como un “instrumento muy pesado” para proteger los intereses económicos de la Unión. “Creemos que es muy importante que sepamos exactamente cuál es el objetivo y cómo lograrlo”, dijo.

También enfatizó que los poderes sobre la seguridad económica siguen en manos de los gobiernos nacionales, citando los esfuerzos de Washington para que Europa refleje su postura agresiva al restringir los lazos comerciales con China.

Funcionarios de EE. UU. y la UE, incluido el secretario de Estado Antony Blinken, discutirán la selección de inversiones extranjeras y los controles de exportación coordinados en una reunión el 31 de mayo, según un borrador de declaración obtenido por el Financial Times. El objetivo de las discusiones es “mejorar nuestra comprensión de los instrumentos políticos que están disponibles para hacer frente de manera integral a los riesgos de seguridad nacional”, dice el texto.

La Haya y Tokio se unieron a Washington para prohibir la exportación de la tecnología de fabricación de chips de silicio más sensible a China, particularmente porque Beijing ha aumentado la presión sobre Taiwán, el centro mundial de fabricación de semiconductores.

El gobierno holandés ha anunciado que se requiere una licencia de exportación para las máquinas de fabricación de chips más modernas, sin especificar los modelos. Schreinemacher dijo que proporcionaría más detalles “para el verano”.

Las restricciones afectaron a ASML, con sede en Holanda, el único fabricante de maquinaria avanzada en la UE. Pero Schreinemacher quiere que Bruselas respalde las medidas para que otros estados miembros puedan hacer lo mismo y comprometerse a no reexportar equipos fabricados en los Países Bajos.

“Sería más una señal de apoyo a estas medidas”, dijo.

China ha vencido a EE. UU. al prohibir el uso de chips Micron en proyectos de infraestructura.

Schreinemacher descartó las especulaciones de que las empresas holandesas podrían enfrentarse a una acción similar después de que Beijing amenazara con represalias.

Información adicional de Javier Espinosa en Bruselas

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