Las nuevas reglas climáticas de la SEC fueron una oportunidad perdida para acelerar la acción corporativa

Las nuevas reglas climáticas de la SEC fueron una oportunidad perdida para acelerar la acción corporativa

Los esfuerzos de los inversores por evaluar las emisiones de carbono, los planes de descarbonización y los riesgos climáticos a través de esquemas de calificación ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) no han hecho más que producir lo que algunos académicos llaman “confusión agregada”. Y las corporaciones se han enfrentado a pocas sanciones por no revelar claramente sus emisiones o incluso no cumplir con sus propios estándares.

Todo lo cual quiere decir que un nuevo conjunto de reg las de contabilidad e informes de carbono de la SEC que replican en gran medida los problemas con la acción corporativa voluntaria, al no exigir divulgaciones consistentes y procesables, no impulsará los cambios que necesitamos, a la velocidad nosotros necesitamos.

Las empresas, los inversores y el público necesitan normas que impulsen cambios dentro de las empresas y que puedan evaluarse adecuadamente desde fuera de ellas.

Este sistema debe rastrear las principales fuentes de emisiones corporativas e incentivar a las empresas a realizar inversiones reales en esfuerzos para lograr reducciones profundas de las emisiones, tanto dentro de la empresa como en toda su cadena de suministro.

La buena noticia es que, aunque las normas vigentes son limitadas y defectuosas, los reguladores, las regiones y las propias empresas pueden aprovecharlas para avanzar hacia una acción climática más significativa.

Las empresas y los inversores más inteligentes ya están yendo más allá de las regulaciones de la SEC. Están desarrollando mejores sistemas para rastrear los factores y los costos de las emisiones de carbono, y tomando medidas concretas para abordarlos: reducir el uso de combustible, construir infraestructura energéticamente eficiente y adoptar materiales, productos y procesos con bajas emisiones de carbono.

Ahora es un buen negocio buscar reducciones de carbono que realmente ahorren dinero.

La SEC ha dado un primer paso importante, aunque defectuoso, para impulsar nuestras leyes financieras a reconocer los impactos y riesgos climáticos. Pero los reguladores y las corporaciones deben acelerar el ritmo a partir de ahora, asegurándose de brindar una imagen clara de qué tan rápido o lento se están moviendo las empresas a medida que toman las medidas y realizan las inversiones necesarias para prosperar en una economía en transición y en una economía en transición. Planeta cada vez más riesgoso.

Dara O’Rourke es profesora asociada y codirectora del programa de maestría en soluciones climáticas de la Universidad de California, Berkeley.

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