Las víctimas recién encontradas en Pompeya sufrieron una muerte “monstruosa”

Las víctimas recién encontradas en Pompeya sufrieron una muerte “monstruosa”

Cuando el Vesubio entró en erupción en el año 79 d. C., los habitantes de Pompeya murieron casi instantáneamente, inundados de gas y cenizas sobrecalentadas; sus últimos momentos se preservaron a través del tiempo gracias a la capa de cenizas. Pero no todas las muertes fueron rápidas, como sugieren los restos humanos recién descubiertos.

Los esqueletos de un hombre y una mujer fueron encontrados por arqueólogos en la región IX, Insula 10 de Pompeya, durante un proyecto de excavación de 2023. La pareja estaba en una habitación, y la mujer fue encontrada en una cama, agarrando monedas de oro, plata y bronce, así como joyas que incluían un par de aretes de oro y perlas. El hombre, que se estima que tenía entre 15 y 20 años, fue encontrado boca abajo en una esquina. Sus huesos no mostraban signos de fractura, excepto una rotura en el húmero derecho, que probablemente ocurrió después de la muerte.

A diferencia de muchas víctimas de Pompeya, los cuerpos no mostraban signos de que la causa de la muerte fuera asfixia.

Los dos esqueletos se describen en un nuevo estudio en elRevista electrónica sobre excavaciones de PompeyaLos investigadores de varias universidades italianas dijeron que las dos víctimas evidentemente buscaban refugio en la habitación y podrían haber estado allí durante horas. Una ventana cerrada pudo haber evitado que la piedra pómez llenara la habitación, aunque sí inundó otras áreas de la casa, dejando a la pareja atrapada hasta que finalmente murieron a causa de flujos piroclásticos, oleadas rápidas de gas mortal y materia volcánica.

El descubrimiento es un recordatorio de que los presentes durante la erupción experimentaron algo “aún más monstruoso e inconcebible de lo que podemos imaginar hoy, ya que no sabían exactamente qué eran los volcanes”, escribieron los investigadores en el artículo.

La cámara funeraria improvisada contenía otros objetos, entre ellos una mesa con cubierta de mármol, candelabros de bronce y muebles de bronce, vidrio y cerámica.

“La oportunidad de analizar los valiosos datos antropológicos relativos a las dos víctimas encontradas dentro del contexto arqueológico que marcó su trágico final, nos permite recuperar una cantidad significativa de datos sobre la vida cotidiana de los antiguos pompeyanos y sobre las microhistorias de algunos de ellos, con una documentación precisa y oportuna”, afirmó Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya, en un comunicado.

Aunque la catástrofe ocurrió hace casi 2.000 años, los arqueólogos siguen haciendo nuevos descubrimientos en Pompeya, incluido el desenterrar los cuerpos de las víctimas. Esos restos pintan una imagen horrible de lo que ocurrió ese día, mientras rocas y cenizas caían del cielo. Si hay algún consuelo, es que el sufrimiento probablemente no duró mucho, ya que algunos científicos estiman que la mayoría de las víctimas murieron asfixiadas por gases tóxicos en los 15 minutos siguientes a la erupción. Otras investigaciones sugieren que las víctimas se asfixiaron o les explotaron el cráneo. La ceniza y los escombros que cayeron sepultaron la ciudad, dejándola en un estado de conservación notable.

No todos los que vivían en Pompeya en el momento de la erupción murieron necesariamente. Algunas evidencias indican que hubo sobrevivientes que pudieron comenzar una nueva vida en otro lugar e incluso prosperar.