
Lo que la película Sliding Doors me enseñó sobre los negocios

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Uno de mis mejores recuerdos es jugar voleibol en mi gimnasio local con mis amigos. Mientras jugaba, miré por encima del hombro hacia la puerta frente al gimnasio justo cuando una hermosa joven entraba por la puerta. Pasé el resto del día averiguando cómo hablar con ella.
Eso fue en 1992. En unos meses estaremos celebrando 30 años de matrimonio.
A menudo me pregunto qué hubiera pasado si me hubiera quedado en casa ese día. ¿Qué pasa si estaba demasiado ocupado jugando y no miraba por encima del hombro?
Unos años más tarde, la película puertas corredizas estrenada en cines. En esta película, el personaje principal experimenta dos viajes diferentes según tome o no el tren a casa. En uno, se sube al tren, descubre que su prometido la está engañando y cambia su vida para bien. Por otro lado, pierde su tren por una fracción de segundo, extraña a su prometido con su amante y su vida sigue empeorando.
En la película, es fácil identificar el punto que desencadenó cambios monumentales en su vida. Pero con demasiada frecuencia no somos conscientes de estos momentos y se escapan sin que nos demos cuenta. Esto me hizo preguntarme cómo podríamos prestar más atención a nuestras decisiones comerciales diarias y reconocer esos momentos que cambian la vida mientras todavía están sucediendo, antes de que las oportunidades se escapen o los problemas se salgan de control. Cuanto más pensemos en las posibilidades dentro de cada elección, mejor preparados estaremos para (y posiblemente para evitar algunos de) los altibajos que vienen con los negocios.
La gente suele decir: “Mirar hacia atrás es 20/20”. El problema es que, al mirar siempre hacia atrás, podemos perdernos oportunidades que pueden cambiar nuestra vida o caer en trampas que de otro modo podríamos haber evitado. ¿Cómo podemos detectar nuestra “puerta corrediza” antes de que sea demasiado tarde?
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Liderar con creatividad y curiosidad
La creatividad y la curiosidad son esenciales para construir un negocio duradero para que puedas pensar en soluciones. antes de Surgen problemas y oportunidades que otros tal vez no vean. La gente suele decir: “La necesidad es la madre de la invención”. Pero no debemos esperar a que la necesidad nos obligue a inventar. Necesitamos pensar de manera creativa y proactiva antes de que las puertas se cierren y nos envíen por una trayectoria completamente diferente.
En los primeros días de mi negocio, uno de nuestros clientes nos debía una gran suma de dinero y no la pagó a tiempo. Estaba a punto de entrar en pánico: si no nos pagaban, no haríamos la nómina y ocurrirían muchos otros desastres. Sin embargo, decidí arriesgarme y pedirle a uno de nuestros clientes más importantes un pago anticipado. Este momento cambió por completo nuestra trayectoria de crecimiento para mejor, pero estar en una posición tan vulnerable me hizo pensar en cómo podríamos evitar encontrarnos allí nuevamente. Empezamos a preguntarnos: ¿qué otros peores escenarios podríamos prevenir? ¿Cuáles son las oportunidades potenciales que podemos estar perdiendo?
En el mundo de los negocios, no podemos esperar que los eventos aleatorios nos obliguen a innovar, o que la casualidad nos arroje nuevos negocios lucrativos. Mire hacia el futuro: ¿qué debe preguntarse antes de que la necesidad sea la madre de la invención? Piense hacia dónde quiere que vaya su negocio y comience a buscar los caminos que lo llevarán allí y los obstáculos en el camino que están frenando su progreso.
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Sea proactivo, no reactivo
Pensar en todas las opciones que están disponibles en cualquier momento nos hará líderes empresariales más proactivos. Esto nos permite identificar situaciones que podrían causar problemas o tener éxito más adelante y ajustar nuestros planes en consecuencia. Además, las empresas proactivas están mucho mejor equipadas para hacer esto. superar desafíos como empresas reactivas.
Un inversionista preguntó una vez: “¿Qué pasaría si perdieras a tu principal cliente?” En ese momento sabíamos que iba a ser malo, pero no parecía una pregunta urgente: estábamos cómodos y nuestro negocio estaba creciendo. Pero mi curiosidad se despertó y comenzamos a considerar proactivamente esta posibilidad. Si perdiéramos a nuestro principal cliente, perderíamos alrededor del 25 % de nuestras ventas y nuestro negocio se vería afectado. En lugar de esperar, creamos un sistema que diversifica nuestros ingresos y nuestra base de clientes. Ahora nuestro negocio ya no depende de un solo cliente, el nuestro el crecimiento es más estable y estamos buscando más formas de innovar nuestros procesos. Podríamos haber esperado a que ocurriera un desastre, hasta que perdimos a nuestro principal cliente y tuvimos que luchar para recuperarnos, pero al elegir ser proactivos, evitamos una posible crisis y nuestro negocio ha prosperado.
No tenemos que aceptar el statu quo, jugando con los pulgares y esperando que el próximo desastre nos obligue a actuar. Sea proactivo y piense qué cambios simples podría hacer hoy que posicionaría a su empresa para el futuro.
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Presta atención
Como gerentes, es parte de nuestro trabajo prever el futuro. Si bien es posible que no tengamos poderes mágicos para predecir todo lo que sucederá (cuando fui al gimnasio ese día no tenía idea de que iba a encontrarme con mi esposa), hay muchas cosas en los negocios que podemos prever, tanto grandes como pequeñas. pequeña. Cuanto más entendamos que estos momentos simples y cotidianos pueden hacer una contribución enorme a nuestra trayectoria, más podremos controlar todas las partes móviles.
No se deje llevar por la comodidad y deje pasar los momentos de la puerta corrediza sin previo aviso. Dale a cada elección la atención y la importancia que merece y, quizás lo más importante, habla con esa chica que acaba de cruzar la puerta del gimnasio: nunca sabes dónde puedes terminar dentro de 30 años.