El cambio climático es un problema real. Las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano, causadas por el hombre, son el principal impulsor de un aumento sin precedentes en las temperaturas medias globales a una velocidad nunca antes vista en el registro geológico de la Tierra.
El problema es tan grave que cualquier intento de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero puede ser demasiado escaso y tardío. Y así, un equipo con sede en el Instituto Tecnológico de Massachusetts ha propuesto una nueva solución radical: burbujas… en el espacio.
Así es, burbujas en el espacio.
El pensamiento se basa en dos áreas de preocupación. Una es que, por mucho que intentemos reducir o incluso eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro, el daño que ya hemos causado durante más de un siglo de industrialización avanzada ya ha marcado el curso de la trayectoria climática de la Tierra en una mala dirección.
Puede ser tan malo que incluso si detuviéramos por completo todas las emisiones de gases de efecto invernadero mañana, todavía tendríamos que vivir con los graves impactos del cambio climático durante décadas e incluso siglos por venir, incluidos los continuos aumento del nivel del marmás eventos climáticos extremosy perturbaciones en las regiones productoras de alimentos.
Otra forma de abordar el problema es secuestrar o eliminar carbono, o limitar de alguna manera la cantidad de luz solar que llega a la superficie de la Tierra, por ejemplo, liberando aerosoles a la atmósfera.
El equipo del MIT argumenta que esto generalmente es una mala idea porque nuestro sistema climático es tan complejo y dinámico que la introducción de factores artificiales en la atmósfera no se puede revertir.
Por eso es que están pensando en el espacio. La idea es desarrollar una balsa de finas membranas similares a burbujas.
Esas membranas reflejarán o absorberán una fracción de la luz solar que llega a la Tierra, literalmente bloqueándola. El equipo argumenta que si la cantidad de luz solar que llega a la Tierra se reduce en un 1,5 por ciento, podríamos eliminar por completo los efectos de toda nuestra producción de gases de efecto invernadero.
Personalmente, soy bastante escéptico con esta idea. Por un lado, el equipo aún tiene que articular exactamente de qué estarán hechas estas burbujas y cómo se enviarán a la ubicación objetivo, que está cerca del primer punto de LaGrange del sistema Tierra-Sol.
Deberán mantener la estabilidad de la balsa equilibrando las fuerzas gravitatorias de la Tierra, el Sol y probablemente también los otros planetas. También tendrán que lidiar con la presión de radiación del propio Sol, sin mencionar la lluvia constante del viento solar y los micrometeoroides.
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Bloquear incluso un porcentaje de la salida del Sol requeriría una balsa de miles de kilómetros de ancho, lo que la convertiría en la estructura más grande que jamás hayamos puesto en el espacio. Entonces, solo hay un pequeño desafío de ingeniería para que esto funcione.