A diferencia de la mayoría de los demás países de la UE, la vida pública en Suecia aún no se ha detenido, a pesar de los 3.700 casos de coronavirus del país y 110 muertes, informa Deutsche Welle. El gobierno no ha impuesto restricciones sociales ni ha confinado a las personas a sus hogares. Tiendas y restaurantes todavía están abiertos. Los ciudadanos de la UE aún pueden ingresar al país y todavía se llevan a cabo grandes eventos públicos, aunque con no más de 500 personas.