Los líderes africanos y un enviado de la ONU se reunieron el jueves en el Congo en un intento por asegurar una tregua a Libia, devastada por la guerra.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, advirtió en repetidas ocasiones que la guerra civil de Libia se convirtió en un patio de recreo para las fuerzas extranjeras en el norte de África y amenaza con extenderse a las regiones del Sahel y el lago Chad.
Las negociaciones de paz en Libia, conocidas como el proceso de paz de Berlín, se llevaron a cabo desde septiembre. En enero, los líderes mundiales acordaron detener la interferencia extranjera en Libia e imponer un embargo de armas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, han estado mediando para un alto el fuego entre el gobierno GNA reconocido por la ONU y su facción rival, el LNA. El LNA cuenta con el apoyo de Rusia, Egipto, Francia y los Emiratos Árabes Unidos, mientras que Turquía respalda el GNA.
La reunión en el Congo es la segunda desde la cumbre de Berlín. El presidente del Congo, Denis Sassou Nguesso, instó a un "mensaje inequívoco" para preparar una conferencia sobre la reconciliación nacional para Libia.
Se le unieron el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, el líder chadiano Idriss Deby Itno, el jefe de la comisión de la UA Moussa Faki Mahamat y el primer ministro argelino Abdelaziz Djerad.
La acción de las naciones africanas se produce después de que el enviado de la ONU a Libia renunció debido al estrés, luego de meses de trabajo fallido destinado a lograr un alto el fuego.