Temprano el sábado, una docena de drones atacaron la instalación petrolera de Arabia Saudita, Abqaiq, y el campo petrolero Khurais. Abqaiq es responsable de seis millones de barriles de petróleo crudo o el seis por ciento de la producción total de petróleo del mundo. Los rebeldes hutíes de Yemen, que cuentan con el apoyo de Irán, se atribuyeron la responsabilidad del ataque. Los analistas temen que los precios del petróleo y el gas se disparen. La compañía petrolera saudita Aramco dice que la producción se reiniciará pronto.