Un hombre se enfureció cuando un compañero de avión le robó egoístamente su asiento y se negó a moverse, así que se vengó de la mejor manera pateando su silla cada dos minutos.
Un hombre se enfureció cuando un compañero de avión le robó egoístamente su asiento y se negó a moverse, así que se vengó de la mejor manera pateando su silla cada dos minutos.