Bélgica declara la guerra a los eurodiputados que aceptaron “dinero en efectivo” ruso

Bélgica declara la guerra a los eurodiputados que aceptaron “dinero en efectivo” ruso

Los espías belgas tienen pruebas de que los eurodiputados aceptaron dinero ruso, afirmó el primer ministro belga, al tiempo que anunció una investigación judicial potencialmente explosiva.

“Moscú contactó a los eurodiputados, pero también pagó, para promover la propaganda rusa aquí”, afirmó el primer ministro belga, Alexander De Croo, en Bruselas el viernes (12 de abril).

“Los pagos en efectivo no se realizaron en Bélgica, sino en [illegal foreign] la interferencia sí lo hace”, añadió.

“A nivel nacional, nuestras autoridades judiciales han confirmado que esta injerencia es objeto de procesamiento”, afirmó también.

La agencia de espionaje nacional de Bélgica, la VSSE, obtuvo la evidencia en una operación conjunta con los servicios de inteligencia checos y polacos.

“Los servicios de inteligencia belgas han confirmado la existencia de una red de injerencia prorrusa con actividades en varios países europeos y en Bélgica”, afirmó De Croo.

Bélgica tenía el deber de actuar porque la VSSE estaba obligada por tratado a proteger a las instituciones de la UE en Bruselas del espionaje hostil.

“Como Bélgica es la sede de las instituciones de la UE, tenemos la responsabilidad de defender el derecho de todos los ciudadanos a un voto libre y seguro”, afirmó De Croo.

Bélgica también ocupa actualmente la presidencia rotatoria de la UE, lo que aporta un simbolismo añadido.

Y su VSSE es el actual titular de la presidencia del Club de Berna, un foro informal europeo para compartir inteligencia, ampliando su papel.

La investigación judicial belga sobre lo que algunos medios han denominado ‘Russiagate’ podría conducir a detenciones y penas de cárcel.

La VSSE expulsó silenciosamente a 40 presuntos espías rusos de Bélgica en 2022 después de la invasión rusa de Ucrania.

Pero las investigaciones judiciales al final hacen públicos las pruebas y los nombres.

También amenazan con descubrir otros delitos además de los cargos iniciales, una vez que los detectives belgas se pongan a trabajar, planteando interrogantes sobre quién más en Bruselas, aparte de unos pocos eurodiputados marginales, podría quedar expuesto por la investigación sobre Rusia.

Por su parte, De Croo dijo que había informado a funcionarios de la UE al más alto nivel sobre sus intenciones.

Había hablado personalmente con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, sobre la investigación belga sobre Rusia, dijo De Croo a la prensa el viernes.

Bélgica también abrió una investigación sobre el escándalo de sobornos del Qatargate en el Parlamento de la UE en 2022.

Condujo a la detención de un destacado eurodiputado griego en Bruselas, pero se ha visto empañado por errores y fiascos, y continúa en curso más de un año después.

En este sentido, De Croo expresó el viernes un sentido especial de urgencia respecto de Rusia: “Dentro de dos meses, los pueblos de la UE acudirán a las urnas”.

“Estas son preocupaciones serias y por eso he tomado medidas”, dijo.

“Necesitamos actuar a nivel de la UE”, añadió.

Propuso involucrar a Europol (la agencia policial conjunta de la UE en La Haya), la Fiscalía Europea y la agencia antifraude de la UE, Olaf.

Y los diplomáticos belgas querían que el anuncio de De Croo causara un gran revuelo, prometiendo que “habrá novedades” en la conferencia de prensa del primer ministro el viernes, junto con un emoji de guiño, en su invitación a los corresponsales internacionales.

Los eurodiputados quieren nombres

Por su parte, el Parlamento de la UE poco más puede hacer que imponer multas modestas a los eurodiputados que no declararon los pagos de terceros.

Pero si De Croo habló con Metsola, muchos diputados de la UE querrán saber qué dijo.

“Exigimos los nombres, las cifras, quién recibió el pago, qué partido, qué intermediario, para qué objetivo y cuánto”, dijo la eurodiputada liberal francesa Valérie Hayer en un debate plenario en Bruselas el miércoles.

“La gente tiene derecho a saber si vota por candidatos honestos o por candidatos comprados”, afirmó también su colega liberal francesa Nathalie Loiseau.

El asunto Russiagate estalló el 27 de marzo, cuando los servicios de espionaje checos y polacos BIS y ABW dijeron que tenían pruebas de que decenas de miles de euros en pagos secretos de Rusia iban a eurodiputados y candidatos a eurodiputados.

Los pagos se realizaron a través de Voice of Europe, un medio prorruso con sede en Praga y propiedad de un oligarca pro-Kremlin, dijeron.

Las sospechas se han centrado en los eurodiputados de extrema derecha que concedieron entrevistas repitiendo como loros la propaganda rusa sobre Ucrania.

Pero varios de los que quedaron atrapados en la especulación han negado rotundamente haber actuado mal.

“Cualquier acusación de que me paguen o me asciendan es ridícula”, dijo anteriormente a EUobserver el eurodiputado belga de extrema derecha Tom Vandendriessche.

El Russiagate fue “parte de un intento coordinado de… desacreditar a la oposición nacionalista y conservadora”, antes de las elecciones de la UE, afirmó Vandendriessche.

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