El lobby Big Agri y el EPP amenazan con destruir el Green Deal

El lobby Big Agri y el EPP amenazan con destruir el Green Deal

Es bastante simple: si destruyes algo, tienes que arreglarlo. Pero lo que todo niño de jardín de infantes ya entiende es que el grupo político más grande del Parlamento Europeo, el Partido Popular Europeo, de centro derecha, está cayendo en saco roto.

Durante las últimas décadas, hemos agotado el 70 por ciento de los suelos, aumentado drásticamente la desertificación de las tierras de cultivo y puesto más del 80 por ciento de los hábitats naturales en “malas condiciones” en Europa. El agua y el aire limpios, la seguridad alimentaria y la protección contra los desastres naturales dependen en gran medida de la rica y saludable biodiversidad de nuestro continente.

La política agrícola de la UE ha pervertido la agricultura, convirtiéndola en un esfuerzo colosal de producción en masa. Bajo la presión de los grupos de presión de la agroindustria, los agricultores se han visto obligados a producir en exceso a bajo precio a expensas de la naturaleza. Ahora, más que nunca, necesitan urgentemente nuevas reglas para proteger sus suelos, bosques, ríos y praderas saludables para ecosistemas abundantes y diversos. Ese es su sustento.

La lógica de la explotación implacable de la naturaleza nos perjudica a todos.

Los ecosistemas dañados exacerban el impacto del cambio climático. En el sur de España, los suelos son duros como rocas, con temperaturas que ya superan los 40 grados esta semana, lo que hace imposible la agricultura normal. En Francia, es necesario racionar el agua y las fértiles llanuras del norte de Italia se están secando.

Como representantes electos del pueblo en Europa, tenemos la responsabilidad de legislar y desarrollar leyes que mejoren las condiciones de vida de todas las personas y aseguren bases sostenibles para nuestra economía y sociedad.

Es hora de arreglar la naturaleza, ¿verdad?

Así lo ven 3.300 científicos, cientos de empresas y ONG, y los ministros de medio ambiente de la UE. Todos reconocen la importancia esencial de restaurar la naturaleza, y es por eso que se han manifestado a favor de la Ley de Restauración de la Naturaleza propuesta por la Comisión de la UE, y actualmente sometida a votación en el Parlamento de la UE.

La singularidad de esta ley es que beneficia a todos: agricultores, pescadores y todos los ciudadanos.

Las crisis gemelas del cambio climático y la pérdida de biodiversidad requieren urgentemente una respuesta integrada que integre la adaptación climática, la restauración de la naturaleza y la creciente desigualdad social.

Esta legislación tiene el potencial de fortalecer radicalmente la resiliencia climática asegurando un futuro habitable para las generaciones venideras.

Los agricultores europeos han sido durante mucho tiempo víctimas de una protección insuficiente de la naturaleza y se están convirtiendo en víctimas de los juegos de poder político.

El Copa-Cogeca, la aparente “voz de los agricultores europeos” que actúa principalmente en interés de la agroindustria y las explotaciones a gran escala, junto con la extrema derecha y el grupo del PPE, se han aislado cada vez más en las últimas semanas. Con un cóctel tóxico de alarmismo, mentiras y manipulación, están empeñados en sabotear la ley de restauración de la naturaleza y la acción climática de la UE en general.

El EPP está maniobrando en una posición contra la Comisión de la UE, contra los estados miembros de la UE, contra 3.300 científicos y contra la razón. Huelga decir que el bloqueo es una maniobra táctica.

Oponerse a la ley de Restauración de la Naturaleza es parte de la estrategia de los conservadores en la UE que enmarca la protección del clima como una carga para los agricultores, los derechos sexuales y reproductivos como una amenaza para las estructuras familiares tradicionales, y donde los “valores europeos” deben protegerse de las personas en el movimiento manteniéndolos fuera por todos los medios. Los conservadores están tratando de afirmar su posición adoptando los lemas de los populistas, nacionalistas e incluso fascistas de derecha.

La presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, debe salir de su escondite y defender la ley de restauración de la naturaleza como base para el Acuerdo Verde contra los ataques dentro de las filas de su propio partido.

Esto no puede reducirse al cálculo político y al puntaje. Se trata del futuro de nuestro planeta. La urgencia de este momento debería quedarle clara incluso al EPP para que dejen de serrar la rama en la que todos estamos sentados.

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