En 2007, Marla Bainbridge Martínez se tomó unas vacaciones que cambiaron su vida.
Visitó Isla Mujeres, una isla mexicana de cinco millas de largo frente a la costa de Cancún, y se enamoró de ella. Regresó para realizar visitas periódicas, conoció a otros estadounidenses que se habían mudado allí y empezó a pensar: “Podrás vivir allí. ¿Por qué no yo?’ La respuesta fue trabajo: era consultora en una empresa de tecnología y no podía simplemente renunciar y mudarse a una isla.
Para realizar este gran cambio en su vida, necesitaba un plan. Entonces escribió uno: lo llamó “El plan de escape”, “mi plan detallado paso a paso sobre cómo iba a dejar mi trabajo y mudarme a una isla caribeña”, dice.