Estamos en 2023 y todavía no hay permiso de paternidad para los eurodiputados

Estamos en 2023 y todavía no hay permiso de paternidad para los eurodiputados

En 2010, la eurodiputada italiana Licia Ronzulli llevó a su bebé de siete semanas a la sesión plenaria. En ese momento, el Parlamento Europeo estaba votando propuestas para mejorar los derechos laborales de las mujeres. Fue noticia en Europa y más allá.

  • La ex eurodiputada italiana Daniela Aiuto, que llevó a su bebé a las votaciones y debates en el pleno en 2015 (Foto: Unión Europea 2015 – PE)

Junio ​​de 2015. Otra eurodiputada italiana, Daniela Aiuto, también llevó a su bebé a las votaciones y debates en el pleno.

La imagen fue captada por los servicios audiovisuales de la institución, que compartió el momento en las redes sociales con el mensaje: “El voto más dulce de todos”.

Al igual que Ronzulli, Aiuto explicó que el evento tenía como objetivo dar voz a las madres que, por ejemplo, tendrían derecho al cuidado de niños de la empresa o al trabajo a tiempo parcial.

“Como madre ‘privilegiada’ grito muy fuerte”, comentó en sus redes sociales, “¡Es posible!”.

De hecho, los eurodiputados pueden llevar a sus hijos al trabajo. Lo que todavía no pueden hacer es tomar la licencia de maternidad o paternidad, porque no está reconocida de la misma forma que para los ciudadanos a los que representan.

“Creo que es una pena que el Parlamento Europeo no dé el ejemplo y muestre lo buenos que pueden ser los permisos de paternidad y maternidad”, dijo a EUobserver la eurodiputada verde Kira Marie Peter-Hansen.

La licencia de maternidad o paternidad no se menciona en la Ley electoral ni en el reglamento del parlamento.

Existe la opción de ausencia justificada antes y/o después del parto sin que la eurodiputada sea penalizada, pero a costa de perder su derecho a voto en el pleno.

“(La situación actual) obliga a las eurodiputadas a elegir entre ejercer su función política y cuidar de sus familias”, dice la eurodiputada socialista española Adriana Maldonado en una carta a la presidenta del parlamento, Roberta Metsolasolicitando que se reconozca este derecho.

La carta pide el reconocimiento de este derecho y el derecho al voto siendo madre, dijo Maldonado a EUobserver. Quiero que la cámara te proteja en esta ausencia.

EUobserver se puso en contacto con el gabinete del presidente del parlamento, pero en el momento de la publicación no había recibido una respuesta sobre si hay planes para modernizar estas reglas o responder a la solicitud de revisión.

Las reglas tampoco prevén la posibilidad de enviar un sustituto temporal para votar en el pleno (como es el caso en algunos parlamentos nacionales del norte de Europa). Sin embargo, es posible enviar un sustituto a las reuniones del comité.

“Habría que modificar la Ley Electoral para permitir la sustitución temporal de los eurodiputados”, concluye un analisis juridico por el departamento político de la institución.

Si bien esta sería la “mejor” opción para el eurodiputado verde, y la demandada en 2020 por un grupo de eurodiputados encabezado por Samira Rafaela (Renovar Europa), Maldonado lo descarta en su petición.

“El acto es nominativo”, dice ella. “El pueblo español me eligió como su representante”.

Tampoco hay posibilidad de voto telefónico ni online, aunque el parlamento ha digitalizado sus sistemas en respuesta a la crisis del coronavirus. Este sistema permitió a los eurodiputados votar y debatir de forma remota sin interrumpir su trabajo durante la pandemia.

En España, por ejemplo, se reconoce la baja por maternidad y la conciliación y los eurodiputados en excedencia pueden votar en el pleno vía online.

“No estamos pidiendo lo imposible”, dice Maldonado. “Durante la pandemia se demostró que es seguro, que se puede hacer y que la institución está preparada para ello.

La eurodiputada Soraya Rodríguez, miembro de Renew Europe, está de acuerdo con la convocatoria del voto a distancia. “Lo normal sería mantenerlo para algunos casos concretos, como cuando un eurodiputado se convierte en padre o madre, y también en otras circunstancias, como enfermedad o tratamiento médico, durante las que se puede mantener una determinada actividad”, apunta.

La falta de modernización y adaptación de las reglas actuales podría disuadir a algunas personas de seguir una carrera política de este tipo. “Tendría un efecto secundario mucho más perjudicial para los jóvenes y para las mujeres”, dice Eugenia Rodríguez Palop, eurodiputada de La Izquierda.

Rodríguez también señala otro efecto de este tipo de modernización, que es educativo.

“El liderazgo de las mujeres en la esfera pública es muy positivo”, dice. “Muestra a otras mujeres y niñas que tenemos las mismas habilidades que los hombres para ocupar puestos de responsabilidad.

En 1979, solo había 31 mujeres eurodiputadas. Hoy, cuatro de cada diez eurodiputados son mujeres. Este es un máximo histórico, afirma la carta.

“Los eurodiputados representamos al pueblo, tenemos que ser un ejemplo de lo que le exigimos al resto de la sociedad”, dijo Maldonado.

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