ATLANTA – Primero, algo de historia.
Hubo un momento en que la primera ronda de los playoffs fue más una formalidad para los Bravos, esencialmente una puesta a punto ligeramente competitiva antes de que comenzaran los verdaderos desafíos de postemporada.
Desde 1995, la primera temporada de playoffs expandidos, hasta 1999, los Bravos se fueron 15-2 en el juego de la Serie de la División mientras avanzaban hacia la Serie Mundial y NLCS. Después de que un bache inusualmente descuidado resultó en una salida de primera ronda a manos de los Cardenales en 2000, Atlanta retomó su dominio de NLDS con un barrido de los Astros en 2001.
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Luego, aparentemente de la nada, los Bravos dejaron de ganar en la postemporada. Los murciélagos se enfriarían. El lanzamiento vacilaría. La defensa se derrumbaría. Las decisiones gerenciales quedarían perplejas. A veces se golpean a sí mismos, a veces simplemente se les pega. Pero se sumó a un récord de 10-22 en sus últimas ocho apariciones en playoffs y una sequía de octubre que ahora ha alcanzado la asombrosa cifra de 18 años.
Para darle algo de perspectiva, en el tiempo transcurrido desde la última vez que Atlanta ganó una serie de playoffs, los Medias Rojas, los Gigantes, los Medias Blancas y los Cachorros, cuatro equipos conocidos por las sequías sin esperanza del campeonato, se han combinado para ganar nueve Series Mundiales. Dicho de otra manera, si hubieras hecho una buena apuesta en 2001 de que los Medias Rojas solo acumularían cuatro títulos de la Serie Mundial antes de que los Bravos ganaran otra serie de playoffs de cualquier tipo, hay una buena posibilidad de que ahora seas rico.
Si los Bravos de los años 90 no tuvieron éxito por ganar solo un campeonato de la Serie Mundial en cinco intentos, a pesar de tener una gran cantidad de talentos del Salón de la Fama y el Juego de Estrellas, entonces los Bravos posteriores a 2001 están en un barco similar de desventuras. Las listas han cambiado, los gerentes han cambiado, incluso los estadios han cambiado, pero los resultados han sido los mismos: diferentes sabores de la decepción de octubre.
Ahora, el presente.
Los Bravos de 2019 no están pensando en nada de esto, en absoluto. No es una narración. No es motivación. No es nada
"Eso no está cerca de estar en nuestras mentes", dijo Freddie Freeman, el capitán de facto del equipo, a Sporting News un par de días antes de que Atlanta obtuviera su segundo título consecutivo de la División Este de la Liga Nacional.
¿Y por qué deberían pensarlo? Como señala Freeman, la mayoría de los muchachos en el clubhouse no tienen conexión con el historial de playoffs del equipo antes de la temporada pasada, cuando Atlanta capturó un sorprendente título de división antes de ser sometido por un equipo Dodgers mucho más profundo y probado en batalla en la NLDS.
Freeman dijo que solo está al tanto de la larga sequía del equipo para ganar los playoffs porque ha estado aquí tanto tiempo.
"He sido parte de casi tres (pérdidas de playoffs), así que lo sé y quiero cambiarlo", dijo, "pero no creo que mucha gente en este club piense en ello".
En otras palabras, el pasado es irrelevante. Pero eso no quiere decir que los Bravos no tengan altos objetivos de postemporada. Solo llegar allí no es lo suficientemente bueno. Ellos quieren mas.
Entonces, surge la pregunta: ¿los Bravos realmente pasarán la primera ronda por primera vez desde el primer mandato de George W. Bush? En el papel, al menos, uno tendría que decir que tienen una excelente oportunidad. Tienen el segundo mejor récord en la Liga Nacional, solo por detrás de los Dodgers. Son segundos en la Liga Nacional en carreras anotadas, terceros en cuadrangulares y se ubican entre los tres primeros en porcentaje en base, porcentaje de slugging y OPS.
Además de eso, están a punto de que tres jugadores alcancen 40 jonrones, que sería la cuarta vez que sucede en la historia de la MLB. Tenga en cuenta que algunos jóvenes lanzadores destacados van con un brazo probado en playoffs como el de Dallas Keuchel, y ciertamente hay una receta para un largo octubre.
"Podemos vencerlo de muchas maneras diferentes", dijo Freeman. "Este equipo podría pegarle un jonrón inicial en el primer lanzamiento del juego, o subir y robar segundo, Ozzie puede moverlo y yo puedo meterlo, y luego JD (Josh Donaldson) y Nick (Markakis ) y todos esos tipos en la alineación: hay demasiada potencia de fuego en esta alineación para navegar y combinar ".
Sin embargo, en octubre, los equipos de bateo a menudo se pueden cerrar con un fuerte lanzamiento inicial. El probable oponente de Atlanta en el NLDS, los Cardinals, ha permitido la segunda menor cantidad de carreras en la liga, gracias en gran parte al derecho Jack Flaherty, quien ha sido de otro mundo desde el 1 de agosto con una efectividad de 0.93 y probablemente sería el Juego 1 iniciador.
Aun así, los Bravos también están equipados para juegos de bajo puntaje, dijo Freeman. Él recita una lista: Mike Soroka puede cerrar equipos. Keuchel también. Se sabe que Max Fried domina una alineación. Julio Teherán puede mantener a los equipos bajo control. También hay un resurgente Mike Foltynewicz, que regresó de una degradación a Triple-A para convertirse en uno de los brazos más confiables del equipo, incluidas ocho entradas blanqueadas contra los Gigantes en la división del viernes por la noche.
Luego, los titulares pueden entregarlo a un bullpen renovado, anclado por las nuevas incorporaciones Chris Martin, Shane Greene y Mark Melancon, que se hizo realidad en el momento justo.
Traducción: Los Bravos 2019 son un equipo bastante completo.
"Tenemos muchas armas en este equipo", dijo Freeman.
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Pero los equipos completos han fallado en los playoffs antes, incluidas varias versiones de los Bravos, por lo que se necesita más que confianza para llegar hasta el final. Lo que se necesita es algo simple, pero no fácil.
"Tienes que jugar béisbol completo, en todas las fases", dijo el veterano receptor Brian McCann, quien formó parte del equipo de los Astros que ganó la Serie Mundial en 2017. "Tienes que lanzar, tienes que jugar a la defensa, tú ' Tengo que mantener pistas – béisbol libre de errores ".
Por otra parte, sería imprudente ignorar el papel que puede desempeñar la confianza.
"Este equipo es tan bueno como cualquier equipo en el que he jugado, podría ser posiblemente el mejor equipo en el que he jugado", dijo el veterano Nick Markakis. "… La confianza te puede llevar muy lejos. El factor de confianza está ahí, el grano está ahí. Todo está ahí. Es solo una cuestión de poner todo junto en el gran escenario".
Hablando de la gran etapa, la experiencia obtenida el año pasado en la postemporada no se limitó al campo. En los playoffs, muchas cosas pequeñas cambian, pero son cosas que pueden tener un gran efecto en la rutina de un jugador. Por ejemplo, las reuniones de equipo ocurren en el hotel, en lugar de en la casa club. Un scrum de medios de 10 personas se convierte en un scrum de medios de 150 personas. Todo está magnificado.
"Mojarse los pies es una gran cosa para nuestros jóvenes de 20 y 21 años que tuvimos el año pasado. Solo están más preparados para eso", dijo Freeman.
Y eso significa que sus expectativas han cambiado. El talento, la arrogancia y la experiencia han producido una mentalidad diferente.
El año pasado, esperaban poder vencer a su oponente de primera ronda. Este año, cuentan con ello.
"Siento que tocamos la puerta el año pasado", dijo el manager Brian Snitker mientras su equipo celebraba su segundo título de división consecutivo el viernes por la noche, "y espero que lo pateemos este año".