Hacer cumplir los derechos humanos en las empresas

Hacer cumplir los derechos humanos en las empresas

El trabajo infantil en el Congo para extraer cobalto para nuestros teléfonos inteligentes y la degradación de la selva tropical en Brasil para los productos de soja que terminan en nuestros supermercados son sólo dos ejemplos de prácticas comerciales irresponsables que todavía ocurren en el mundo de hoy, con un impacto particular en los más vulnerables.

No podemos hacer la vista gorda, especialmente cuando sus cadenas de suministro terminan en nuestros supermercados, nuestros armarios o en los teléfonos inteligentes y computadoras que utilizamos en nuestra vida diaria.

  • (Foto: Grupo S&D)

En un mundo cada vez más globalizado, donde las corporaciones multinacionales ejercen una influencia sin precedentes, la necesidad de mecanismos sólidos para responsabilizar a las empresas por los abusos contra los derechos humanos nunca ha sido más apremiante. Las responsabilidades éticas de las empresas se extienden mucho más allá de los márgenes de beneficio y los intereses de los accionistas.

El ‘Informe sobre los derechos humanos y la democracia en el mundo y la política de la Unión Europea al respecto – Informe anual 2023’, adoptado recientemente por el Parlamento Europeo y liderado por el Grupo S&D, marcó un momento crucial en la búsqueda de la responsabilidad empresarial en la salvaguardia derechos humanos fundamentales.

El informe es una afirmación rotunda de la indivisibilidad de los derechos humanos y de la dedicación de la Unión Europea para defender estos principios. Su énfasis en la acción, particularmente a través de la implementación consistente de cláusulas de derechos humanos en acuerdos internacionales y sanciones selectivas contra la corrupción, demuestra un compromiso para rectificar las injusticias no sólo en los Estados autoritarios, sino también dentro de los corredores del comercio global.

De hecho, las corporaciones pueden contribuir al desarrollo sostenible mediante la creación de empleo y el desarrollo económico o la promoción de los derechos humanos en interés de todos. Por lo tanto, necesitamos modelos de negocio que también den prioridad a los derechos humanos, incitando así a una mayor confianza de los consumidores, atrayendo a los mejores talentos y mitigando los riesgos asociados con el daño a la reputación.

Éste es el grito de batalla de los progresistas en el Parlamento Europeo: reforzar la caja de herramientas de la UE para contrarrestar estas amenazas.

La UE ya ha sentado precedentes cruciales con iniciativas legislativas que obligan a las empresas a respetar los derechos humanos. Algunos ejemplos son la Directiva sobre diligencia debida en materia de sostenibilidad empresarial (la primera legislación del mundo que responsabiliza a las empresas por los daños causados ​​a las personas y al planeta en sus filiales y cadenas de valor), un reglamento que prohíbe los productos fabricados con trabajo forzoso en el mercado de la Unión, el Reglamento sobre productos libres de deforestación y el Reglamento sobre baterías y minerales en conflicto.

Sin embargo, si miramos al mundo más allá de Europa, esto está lejos de ser suficiente. Necesitamos no sólo una UE, sino un marco legal global vinculante que establezca estándares claros de conducta para las empresas, garantice mecanismos efectivos de rendición de cuentas y proporcione reparación a las víctimas de abusos. En este sentido, un instrumento de la ONU para las empresas y los derechos humanos sería una herramienta fundamental para promover estos objetivos. Establecería obligaciones internacionales claras para que las empresas lleven a cabo la debida diligencia para identificar, prevenir y mitigar los riesgos en materia de derechos humanos, tanto dentro de sus propias operaciones como en sus cadenas de suministro.

Como socialdemócratas, hacemos un llamado a la comunidad internacional para que apoye el desarrollo y la implementación de dicho instrumento. Mientras presionamos por la rendición de cuentas y la integridad, nuestra próxima conferencia destacará las estrategias emergentes para forjar un mundo donde el crecimiento económico y los derechos humanos se refuercen mutuamente. Nuestro mensaje es inequívoco: ahora es el momento de que las empresas den un paso al frente y se afirmen como defensoras de los derechos humanos.

Es en este marco que el Grupo S&D organizó, el miércoles 10 de abril, la conferencia titulada “Agenda de Empresas y Derechos Humanos: Próximos pasos” en el Parlamento Europeo. Más detalles sobre el evento se puede encontrar aquí.

El debate comenzará a las 15:30 y ser transmitido en vivo en nuestro sitio web. Este no es sólo un gesto simbólico, sino una cumbre estratégica para los próximos pasos en esta promoción. Es un llamado a reforzar nuestras defensas contra los abusos de los derechos humanos por parte de las corporaciones, donde la degradación ambiental, el trabajo infantil, la explotación laboral y la participación en conflictos no son valores atípicos sino síntomas de supervisión sistémica en el gobierno corporativo.

Durante la próxima conferencia en Bruselas se escucharán voces clave de periodistas, la sociedad civil y los responsables políticos. Sus ideas expondrán los complejos desafíos que tenemos entre manos: hacer cumplir un marco global vinculante que combine objetivos económicos con imperativos éticos.

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