Una de las cosas que más me gustan de escribir un horóscopo semanal es que me da la oportunidad en la próxima semana de señalar esos pequeños buenos momentos en los que aprovechar las pausas en el combate que de cara a menudo encuentro mucho más grandes y tienen lugar tránsitos potencialmente más aterradores.
Y luego hay semanas como esta.
Por lo general, está fuera del alcance de un horóscopo semanal para tener en cuenta los tránsitos más grandes que ocurren durante meses. No obstante, el elefante está en la habitación de la que tenemos que hablar esta semana. Saturno cuadratura Urano
Mientras tanto, Mercurio trígono Urano, que es exactamente el lunes, al menos te da la oportunidad de despejar un poco tu cabeza del lío. Si hay algo que debe decirse o comunicarse a alguien cercano a usted durante algún tiempo, es posible que pueda hacerlo con más claridad y creatividad de lo que ha podido reunir últimamente.
El sábado el inusualmente largo Conjunción Venus-Plutón llega a otro clímax en Capricornio posterior. Este aspecto en particular siempre trae consigo el anhelo, ya sea por el romance o por los recursos materiales. El hecho de que Venus retrógrado sin embargo, en realidad significa que es más probable que satisfagamos esas necesidades de manera incorrecta o con la persona equivocada. Y sí, el sábado es Navidad. No dudes en enviar mensajes de texto de felices fiestas a tu ex, pero resiste la tentación de ofrecerte como regalo. No es como si hubieras cambiado, maldita sea.
Finalmente el domingo Mercurio sextil Neptuno es preciso. De alguna manera, esto tendrá un efecto similar al tránsito Mercurio-Urano de principios de esta semana. Sin embargo, este aspecto va de la mano de un ambiente más dulce, más espiritual y más poético. Amén, hermanos y hermanas. Amén.