La ciencia confirma que los abrazos pueden aliviar el dolor, la ansiedad y la depresión: Heaven32

La ciencia confirma que los abrazos pueden aliviar el dolor, la ansiedad y la depresión: Heaven32

Quizás ya lo hayas adivinado, pero la ciencia lo ha confirmado: los abrazos son buenos para ti.

Los abrazos y otras formas de contacto físico pueden ayudar con la salud física y mental de personas de todas las edades, según una nueva revisión de 212 estudios anteriores.

Al combinar los hallazgos de todos estos estudios, el equipo de investigación (de la Universidad Ruhr de Bochum en Alemania y el Instituto Holandés de Neurociencia) pudo obtener una imagen más amplia de cómo el tacto podría ser beneficioso.

“Éramos conscientes de la importancia del tacto como intervención sanitaria, pero a pesar de muchos estudios, no estaba claro cómo utilizarlo de forma óptima, qué efectos se pueden esperar específicamente y cuáles son los factores que influyen”. dice el neurocientífico Julian Packheiser de la Universidad del Ruhr en Bochum.

Esta nueva investigación, que abarcó a 12.966 participantes en todos los estudios, proporcionó cierta claridad. Se demostró que el tacto ayuda a reducir los sentimientos de dolor, depresión y ansiedad, y el efecto positivo se observó tanto en niños como en adultos.

Si bien el tipo de contacto (desde abrazos hasta masajes) no parece importar demasiado, tocar la cabeza o la cara parece funcionar mejor. Los toques más breves y frecuentes generan reacciones más positivas, sugiere el estudio.

Curiosamente, el contacto con objetos inanimados (mantas pesadas, almohadas para el cuerpo o incluso robots) puede ayudar en términos de salud física, pero no es tan bueno para la salud mental. Los toques de humanos y animales tienden a ser beneficiosos tanto física como mentalmente.

Los recién nacidos también se benefician del tacto, pero la influencia positiva es significativamente mayor cuando el tacto proviene de uno de los padres, según la investigación. A medida que envejecemos, se vuelve menos importante si el contacto proviene o no de alguien que conocemos bien.

“El estudio muestra claramente que el tacto se puede optimizar, pero los factores más importantes no son necesariamente los que sospechamos”. dice El neurocientífico Christian Keysers del Instituto Holandés de Neurociencia.

Por supuesto, si bien un metanálisis extenso como este ayuda a detectar patrones más amplios en las poblaciones, las respuestas al tacto aún varían mucho de persona a persona. Los investigadores también enfatizan que el contacto debe ser consensuado para que sea beneficioso.

Sin embargo, para muchos de nosotros, pasar más tiempo en contacto físico con otras personas puede mejorar muchos aspectos de nuestra salud, según muestran los datos; tal vez no sea una sorpresa teniendo en cuenta que el tacto es el primero de nuestros sentidos en desarrollarse, y algo que normalmente extrañamos cuando no está presente.

“Si tienes ganas de abrazar a familiares o amigos, no te reprimas, siempre que la otra persona dé su consentimiento”. dice Packheiser.

La investigación ha sido publicada en Naturaleza Comportamiento Humano.

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