Las cualidades de limpieza del aire de las plantas obtienen un abucheo modificado genéticamente

Las cualidades de limpieza del aire de las plantas obtienen un abucheo modificado genéticamente

El producto estrella de Neoplants, anunciado a fines del año pasado, es Neo P1, la primera planta de interior diseñada genéticamente para remediar la contaminación del aire interior. A primera vista, este pothos de alta tecnología, una enredadera tropical originaria de las Islas Salomón, también conocida como “Hiedra del diablo”, es indistinguible de lo real. Es fotogénico, de rápido crecimiento y difícil de matar. Pero a diferencia del material de vivero típico, también metaboliza los contaminantes del aire interior que los purificadores de aire tradicionales no detectan y filtran las partículas: los compuestos orgánicos volátiles (COV) producidos por la pintura, las estufas de gas y los materiales de construcción.

“En realidad es un enfoque doble”, explica Patrick Thorbey, director de tecnología y cofundador de Neoplants. La primera punta es la ingeniería genética del metabolismo de la planta. Al introducir genes adicionales en la planta, el equipo de Thorbey con sede en París engatusó a los pothos para que produjeran enzimas que le permitieran utilizar los COV que absorbe como fuentes de carbono en su metabolismo celular normal. En un ciclo virtuoso, más contaminación del aire solo crea más materia vegetal y una mayor capacidad de lucha contra la contaminación.

La segunda punta es bacteriana. En una Neoplanta, como en la naturaleza, los microbios hacen el trabajo pesado; dos cepas de bacterias simbióticas insertadas en el suelo del Neo P1 convierten el formaldehído y la clase de contaminantes conocidos como BTEX (benceno, tolueno, etilbenceno y xileno) en azúcares y aminoácidos inofensivos.

“Estaré decepcionado si hay una planta en la luna y no es una Neoplanta”.

“Las bacterias son partes realmente importantes de la mayoría de los ciclos de nutrientes”, explica Jenn Brophy, investigadora de Stanford cuyo laboratorio desarrolla plantas modificadas genéticamente con mayor resiliencia al cambio climático. “Pero los microbiomas son muy difíciles de mantener. Tan pronto como envías un producto a alguien, la viabilidad de estas bacterias disminuye”. Esta vulnerabilidad parece ser el modelo comercial de Neoplants: la compañía ofrecerá dosis concentradas de microorganismos patentados que llama “gotas de energía” para mantener la eficiencia de limpieza del aire de la planta. Estos deberán aplicarse mensualmente, al igual que reemplazar el filtro en un purificador de aire. “Dyson, venden sus filtros”, dice el cofundador y director ejecutivo Lionel Mora. “Vendemos microbioma”.

Por ahora, el pothos en sí mismo es responsable de solo alrededor del 30 % de la capacidad de limpieza del aire del Neo P1 (el microbioma se encarga del resto), pero Mora y Thorbey esperan que eso cambie pronto. Es más rápido mejorar los microbios que las plantas, explican, por lo que “los límites de lo que podemos hacer con la planta aún están muy por delante”, dice Mora. “Estamos en la frontera de lo que es factible en este momento, pero vemos un enorme potencial”.

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