para hacer cumplir la Directiva Marco Europea del Agua, asegurando que Europa tenga "cuerpos de agua dulce sanos y resistentes para apoyar a las personas y la naturaleza, hoy y en el futuro". Alrededor del 60 por ciento del agua superficial en la UE actualmente no está en buen estado. "No puede haber un acuerdo verde europeo efectivo sin ecosistemas de agua saludables", concluye el comunicado.