Mira a este robot mientras aprende a coser heridas

Mira a este robot mientras aprende a coser heridas

Aunque hoy en día muchos médicos reciben ayuda de robots para procedimientos que van desde reparaciones de hernias hasta bypass coronarios, estos se utilizan para ayudar a los cirujanos, no para reemplazarlos. Esta nueva investigación marca un progreso hacia robots que pueden operar de forma más autónoma en tareas muy complejas y complejas como la sutura. Las lecciones aprendidas en su desarrollo también podrían ser útiles en otros campos de la robótica.

“Desde una perspectiva robótica, esta es una tarea de manipulación realmente desafiante”, dice Ken Goldberg, investigador de la Universidad de California en Berkeley y director del laboratorio que trabajó en el robot.

Un problema es que los objetos brillantes o reflectantes, como agujas, pueden alterar los sensores de imagen de un robot. A las computadoras también les resulta difícil modelar cómo reaccionan los objetos “deformables”, como la piel y el hilo, cuando se los empuja y se los empuja. A diferencia de transferir una aguja de una mano humana a otra, mover una aguja entre brazos robóticos es un inmenso desafío de destreza.

El robot utiliza un par de cámaras para observar su entorno. Luego, después de haber sido entrenado en una red neuronal, es capaz de identificar dónde está la aguja y usar un controlador de movimiento para planificar los seis movimientos involucrados en hacer una puntada.

Aunque estamos muy lejos de ver este tipo de robots utilizados en quirófanos para coser heridas y órganos por sí solos, el objetivo de automatizar parte del proceso de sutura tiene un gran potencial médico, afirma Danyal Fer, médico e investigador de el proyecto.

“Hay mucho trabajo dentro de una cirugía”, dice Fer, “y muchas veces, suturar es la última tarea que hay que hacer”. Eso significa que es más probable que los médicos se cansen al dar los puntos, y si no cierran la herida adecuadamente, puede significar un tiempo de curación más largo y una serie de otras complicaciones. Como la sutura también es una tarea bastante repetitiva, Goldberg y Fer la vieron como una buena candidata para la automatización.

“¿Podemos demostrar que realmente obtenemos mejores resultados para los pacientes?” dice Goldberg. “Es conveniente para el médico, sí, pero lo más importante: ¿conduce esto a mejores suturas, una curación más rápida y menos cicatrices?”

Ésa es una pregunta abierta, ya que el éxito del robot conlleva salvedades. La máquina hizo un registro de seis puntos completos antes de que un humano tuviera que intervenir, pero solo pudo completar un promedio de aproximadamente tres en todas las pruebas. La herida de prueba se limitó a dos dimensiones, a diferencia de una herida en una parte redondeada del cuerpo como el codo o el nudillo. Además, el robot sólo ha sido probado en “fantasmas”, una especie de piel falsa utilizada en entornos de formación médica, no en tejido de órganos ni piel de animales.

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