Imagina ir a una cita a la casa de alguien, pero te dejan colgado durante 45 minutos y no los conoces lo suficientemente bien como para preguntarles a qué diablos están jugando.
Imagina ir a una cita a la casa de alguien, pero te dejan colgado durante 45 minutos y no los conoces lo suficientemente bien como para preguntarles a qué diablos están jugando.