¿Por qué las fuerzas armadas alemanas espían a sus ciudadanos?

¿Por qué las fuerzas armadas alemanas espían a sus ciudadanos?

Desde entonces, los medios de comunicación han discutido detalladamente sobre la adquisición y preparación de tanques, sistemas de armas y radios.

Menos discutidas, a pesar de su creciente importancia, son las capacidades de inteligencia de la Bundeswehr. Los debates políticos en Alemania no sólo están ignorando las actuales capacidades de inteligencia de las fuerzas armadas y sus aspiraciones futuras, sino también cómo estas actividades se limitan y controlan democráticamente.

Esto quedó claro durante la audiencia pública anual de los servicios de inteligencia ante el comité de control parlamentario del parlamento alemán el 16 de octubre. Los parlamentarios estaban especialmente interesados ​​en saber cómo el “Zeitenwende” de Scholz afectaba a los servicios en su trabajo.

Sin embargo, no pudieron preguntar cómo estos cambios afectarían las actividades de vigilancia de las actividades de inteligencia de la Bundeswehr. La razón es que el mandato del comité no incluye estas actividades.

Por lo tanto, ningún representante de las fuerzas armadas alemanas estuvo presente para responder a las preguntas de los parlamentarios. Sin embargo, aquí se necesita urgentemente una supervisión democrática.

Como demostramos en un estudio publicado en octubrela Bundeswehr ya está realizando una importante recopilación de inteligencia: intercepta conversaciones por radio y teléfonos móviles, recluta informantes en el extranjero y analiza sistemáticamente información de Internet.

Muchas de estas actividades interfieren con diferentes derechos humanos como el secreto de las telecomunicaciones o la libertad de prensa.

Vigilancia doméstica

Además, se podría pensar que la Bundeswehr estaría principalmente interesada en posibles amenazas fuera de Alemania. Sin embargo, un caso que involucra a un grupo de activistas alemanes demuestra que esto no siempre es así.

De hecho, el Centro de belleza política [Centre for Political Beauty] es muy conocido en Alemania por sus actividades artísticas disruptivas.

Tras una campaña en la que denunciaron algunos arsenales de armas desaparecidos en el ejército, el colectivo pronto se convirtió en foco de vigilancia.

Pronto, la Bundeswehr recopiló y analizó automáticamente toda la información disponible públicamente sobre el grupo activista. La organización sólo se dio cuenta de que estaba siendo atacada a través de informes de los medios de investigación.

Desde el punto de vista jurídico, es irrelevante si personas en el extranjero o en Alemania son objeto de vigilancia de inteligencia: el Tribunal Supremo de Alemania, el Tribunal Constitucional Federal, aclaró en su mayo 2020

dictaminando que tales intrusiones en los derechos fundamentales sólo pueden ser lícitas con una base legal y un control efectivo en todos los casos.

Según nuestras estimaciones, hay 7.000 miembros de la Bundeswehr que contribuyen a las actividades de inteligencia. En términos de recursos humanos, la Bundeswehr está a la par del servicio más grande de Alemania, el servicio de inteligencia exterior (BND).

La principal diferencia es que cualquier otro servicio de inteligencia en Alemania (por ejemplo, el BND, el Verfassungsschutz y el MAD) tiene su propio acto jurídico. Estas leyes determinan las condiciones bajo las cuales los servicios pueden utilizar sus poderes de vigilancia, cómo se limitan estos poderes y qué institución controla los servicios.

¿Un vacío legal?

Aunque el marco legal y de supervisión de estos servicios de inteligencia está lejos de ser perfecto, su existencia es una gran ventaja. Previene el abuso de poderes de vigilancia, permite el procesamiento de irregularidades y proporciona seguridad jurídica a los empleados de los servicios de inteligencia.

No hay nada comparable en cuanto a las actividades de vigilancia de las fuerzas armadas alemanas. Las disposiciones relativas a las injerencias en los derechos fundamentales llevadas a cabo en este marco sólo existen, en todo caso, en los reglamentos internos de servicios. Sin embargo, como lo ha dispuesto el Tribunal Constitucional Federal en decisiones recientes las infracciones de derechos fundamentales asociadas con este tipo de actividad de vigilancia requieren una base legal en derecho simple.

Esto no sólo garantiza la previsibilidad de estas actividades para los individuos, sino que también permite el escrutinio público y mejora la legitimidad democrática. También hay mucho que hacer en materia de supervisión. Como los afectados normalmente no saben que están siendo vigilados, no pueden defenderse legalmente.

Para compensar esta falta de acceso a recursos legales, se necesita un control efectivo. El único organismo de supervisión independiente actualmente disponible, el Comisionado Federal para la Protección de Datos y la Libertad de Información, ciertamente puede señalar abusos o deficiencias. Pero no puede imponer acciones correctivas. Por lo tanto, se deben cerrar las brechas de supervisión y fortalecer los poderes de las autoridades de supervisión.

El gobierno alemán no ignora por completo las deficiencias que existen en la ley de inteligencia. Actualmente se está discutiendo un primer paso de reforma en el Bundestag; y el gobierno está preparando un segundo para el próximo verano, que se anuncia con acalorados debates sobre cómo debería ser el marco legal y la arquitectura de supervisión de los servicios de inteligencia en el futuro.

Sin embargo, en este momento las actividades de inteligencia de la Bundeswehr siguen excluidas de todas estas conversaciones.

Entonces, ¿qué debería hacer el gobierno alemán para abordar estos déficits en materia de rendición de cuentas y Estado de derecho?

En primer lugar, debería ampliar los mandatos de supervisión de los órganos de supervisión existentes para incluir las actividades de vigilancia de la Bundeswehr. Más concretamente, debería ampliar los mandatos del Comité de Control Parlamentario y del Consejo de Control Independiente, cuyo mandato de supervisión se limita actualmente únicamente al servicio de inteligencia exterior (BND).

Al repensar la estructura de supervisión, el gobierno también debe tener en cuenta que cuando hay demasiados órganos de supervisión con mandatos parcialmente superpuestos, la eficacia de la supervisión en general se ve afectada. Por lo tanto, el gobierno alemán debería reducir la fragmentación del panorama de supervisión haciendo del Consejo de Control Independiente el actor central para la supervisión legal de todas las actividades de vigilancia de inteligencia.

A mediano plazo, el gobierno también debería garantizar que se apliquen normas legales similares a todas las actividades de vigilancia. Las amplias discrepancias actuales entre actividades similares de diferentes instituciones crean incentivos para evadir disposiciones y supervisión más estrictas a través de la cooperación. Por lo tanto, el gobierno alemán también debería establecer un marco holístico para todas las actividades de inteligencia federal.

En nuestra opinión, con estas medidas propuestas, Alemania cumplirá mejor sus propias aspiraciones de regular consistentemente las actividades de vigilancia. Además, puede mejorar su credibilidad al abogar por el respeto del Estado de derecho, a nivel nacional e internacional. En tiempos de agitación geopolítica, cuando las democracias están bajo presión de varios lados, esto es más importante que nunca.

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