Un estudio encuentra que el sistema clave de circulación del Atlántico está a punto de colapsar

Un estudio encuentra que el sistema clave de circulación del Atlántico está a punto de colapsar

La circulación del Océano Atlántico se dirige hacia un colapso que alterará dramáticamente el sistema climático, según un artículo publicado el viernes (9 de febrero).

Al modelar grandes cantidades de datos, el equipo de investigación dirigido por el físico climático René van Westenhave de la Universidad de Utrecht creó un sistema de alerta temprana que sugiere que la llamada Circulación Meridional de Inversión del Atlántico (Amoc) se dirige hacia una ruptura antes de que finalice este siglo.

El Amoc es uno de los puntos de inflexión climáticos más importantes asociados con el calentamiento global. Es una enorme cinta transportadora que transporta agua caliente y sal desde el ecuador hasta el Atlántico Norte, donde modula fuertemente el clima regional e incluso global.

Esta es la razón por la que el clima de Europa occidental es más suave que el de otras zonas de la misma latitud en todo el m undo.

Pero investigaciones anteriores han demostrado que la cinta transportadora ya se ha desacelerado en un 15 por ciento desde 1950, debido al rápido derretimiento de las capas de hielo del Ártico y Groenlandia.

Investigación publicado en la naturaleza El año pasado sugirió que el punto de inflexión podría ocurrir entre 2025 y 2095.

En el artículo de Nature, se encontró que los cambios abruptos en Amoc eran “muy improbables”.

Pero al observar los cambios de agua dulce en el Atlántico sur entre Sudáfrica y Argentina, que describen como un “indicador de alerta temprana confiable, observable y basado en la física”, el artículo holandés sugiere que Amoc ahora se dirige hacia un “cambio abrupto”.

Los científicos aún tienen que llegar a un consenso sobre lo que podría suceder después.

James Hansen, director del programa de ciencia climática de la Universidad de Columbia, en un estudio 2016 advirtió que el diferencial de temperatura entre una Europa mucho más fría y el ecuador podría desencadenar “tormentas furiosas” que depositarán “rocas del tamaño de una casa” en las costas europeas.

Los datos del equipo holandés sugieren que el hielo marino del Ártico en marzo se extendería hasta el paralelo 50 norte en un escenario en el que el Amoc estuviera fuertemente debilitado. Eso significa que el hielo del Ártico llegaría efectivamente hasta Normandía.

La enorme capa de hielo reflejaría más energía del sol, lo que provocaría un mayor enfriamiento de todo el hemisferio norte. Lo contrario ocurriría en el sur, donde se espera que las temperaturas aumenten.

De esta forma, el colapso de Amoc compensaría el calentamiento global en Europa.

Pero los cambios en el clima ocurrirían 10 veces más rápido que ahora, lo que haría imposible que los humanos se adaptaran.

Los datos sugieren que el cambio anual en la temperatura de la superficie oscila entre uno y 3,5 grados por década en una amplia región del noroeste de Europa.

En varias ciudades europeas las temperaturas bajarían entre 5 y 15 grados centígrados.

“Ninguna medida de adaptación realista puede hacer frente a cambios de temperatura tan rápidos”, escribieron los investigadores.

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