El método rápido de impresión en 3D podría ser el secreto para desarrollar órganos impresos en 3D

Puede que todavía no tengamos coches voladores, pero ¿órganos impresos en 3D? Esa fantasía de ciencia ficción acaba de acercarse un paso más a la realidad gracias a un rápido método de impresión 3D desarrollado por ingenieros de la Universidad de Buffalo.

Su trabajo se incluyó recientemente en un estudio publicado en la revista Advanced Healthcare Materials, que puede leer aquí, y también se demuestra en el gif francamente inquietante de arriba. Este metraje acelerado muestra a una impresora 3D construyendo completamente una mano artificial en solo 19 minutos, una tarea que tomaría seis horas usando métodos de impresión 3D convencionales, dijo el equipo.

“La tecnología que hemos desarrollado es de 10 a 50 veces más rápida que el estándar de la industria y funciona con muestras de gran tamaño que antes eran muy difíciles de lograr”, dijo el coautor principal del estudio, Ruogang Zhao, profesor asociado de biomedicina. ingeniería en la universidad, en comunicado de prensa

Viernes.

El proceso se basa en la estereolitografía, un método de impresión 3D de larga data que utiliza láseres para endurecer la resina líquida y sustancias gelatinosas llamadas hidrogeles, que pueden absorber grandes cantidades de agua sin disolverse. Los hidrogeles se utilizan comúnmente en productos comerciales como lentes de contacto, pegamento, y pañales desechables, aunque los científicos también han experimentado con ellos en biomédico

tratos.

Según los investigadores, este método es particularmente adecuado para imprimir correctamente todos los detalles diminutos en células con redes de vasos sanguíneos incrustadas, algo que se espera que juegue un papel fundamental en la eventual producción de tejidos y órganos humanos impresos en 3D.

“Nuestro método permite la impresión rápida de modelos de hidrogel de tamaño centimétrico. Reduce significativamente la deformación de las piezas y las lesiones celulares causadas por la exposición prolongada a las tensiones ambientales que se ven comúnmente en los métodos de impresión 3D convencionales ”, dijo el otro coautor principal del estudio, Chi Zhou, profesor asociado de ingeniería industrial y de sistemas en la universidad. .

La investigación del equipo fue financiada por el Instituto Nacional de Bioingeniería e Imágenes Biomédicas y los Institutos Nacionales de Salud, así como por la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la UB y la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas Jacobs, según el comunicado de prensa.

La idea de los órganos impresos en 3D todavía me parece una palabrería futurista, pero supongo que si ya puedes comer Carne impresa en 3D en un Casa impresa en 3D donde guardas tu Pistola impresa en 3D, entonces el cielo es el límite.

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