La Comisión Europea pone en peligro el futuro de la agricultura ecológica

La Comisión Europea pone en peligro el futuro de la agricultura ecológica

El compromiso de la Unión Europea con el desarrollo de la agricultura orgánica se enfrenta a un serio revés con la decisión de la Comisión de la UE nueva propuesta sobre Nuevas Técnicas Genómicas (NGT).

Si bien las intenciones de la comisión detrás de la propuesta son en general buenas, puede obstaculizar el crecimiento y la innovación dentro del sector de la agricultura orgánica debido a la sugerencia de la comisión de imponer una prohibición general de los cultivos NGT en la agricultura orgánica.

Este también es el caso cuando se trata de técnicas precisas para lograr mutaciones, a pesar de que estas técnicas son similares a los métodos de reproducción tradicionales que han utilizado los agricultores orgánicos durante décadas.

En esencia, estas técnicas específicas (sdn-1) inducen cambios dentro del genoma existente de los cultivos y utilizan el mecanismo de reparación natural de las plantas para restaurar sus cromosomas por sí mismas.

Estas técnicas son fundamentalmente diferentes de los cultivos transgénicos, donde se inserta material genético extraño. Estos están y estarán prohibidos en el futuro en la agricultura orgánica debido a su incompatibilidad con los principios orgánicos.

El fitomejoramiento es una herramienta indispensable para el desarrollo de cultivos. También para agricultores ecológicos. Es necesario hacer frente a los desafíos que enfrenta la producción de alimentos, como el cambio climático. No sólo la resiliencia a la sequía sino también la resistencia a nuevas enfermedades y plagas de las plantas. Se espera que las nuevas técnicas de reproducción sean una herramienta valiosa en este desarrollo.

La ambición de la Comisión de tener el 25 por ciento de las tierras agrícolas de la Unión Europea bajo cultivo orgánico para 2030, como parte del Pacto Verde Europeo, es encomiable. Para lograr este objetivo, los agricultores orgánicos deben tener acceso a las mejores condiciones y herramientas posibles respetando la integridad del sector orgánico.

Desafortunadamente, al prohibir todas estas nuevas técnicas de cultivo de plantas en la agricultura orgánica, la comisión priva a los sectores orgánicos del acceso a nuevas variedades cuando estos nuevos métodos de cultivo de plantas superan a las antiguas técnicas de mutagénesis. Esto puede dejar al sector orgánico con sólo las técnicas de mejoramiento más ineficientes, y vemos el riesgo de que esto no sea suficiente para el desarrollo y crecimiento deseados.

Como representantes de la comunidad de agricultura orgánica, hacemos un llamado a la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento Europeo para que colaboren en la elaboración de una política con visión de futuro que salvaguarde el progreso de la agricultura orgánica dentro de nuestro compromiso no transgénico.

La claridad en la terminología y un enfoque matizado de la regulación garantizarán que los agricultores orgánicos puedan continuar con su trabajo vital.

Las posibles consecuencias de esta propuesta de nueva regulación se extienden más allá del propio sector ecológico. Los objetivos más amplios de sostenibilidad de la UE se basan en prácticas agrícolas innovadoras, y la agricultura orgánica desempeña un papel importante en este esfuerzo.

Al fomentar el uso de una proporción limitada de las nuevas NGT en la agricultura orgánica y al mismo tiempo preservar el estatus de no transgénicos, la UE puede promover aún más prácticas sostenibles y reforzar su compromiso con un futuro más verde.

Sólo adoptando la innovación y fomentando un sector orgánico próspero podremos construir colectivamente un paisaje agrícola más sostenible y resiliente para el futuro.

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