La endometriosis es una condición debilitante que afecta 10 por ciento de las mujeres en todo el mundo. La afección puede tener un efecto grave en la calidad de vida de una persona y, a menudo, causa una variedad de síntomas que incluyen dolor crónico, fatiga y dolor durante las relaciones sexuales.
A pesar de lo común que es la endometriosis, la mayoría de las mujeres esperan en promedio 7,5 años para un diagnóstico en el Reino Unido. Esto no solo significa muchos años sin tratamiento, sino que también los pone en riesgo de sufrir problemas de salud aún mayores. La endometriosis no tratada puede provocar daño a órganos
Actualmente no hay cura para la endometriosis. Esto puede deberse a la complejidad de la endometriosis, que afecta muchas partes diferentes del cuerpo, lo que significa que los investigadores aún no comprenden completamente todas las causas de la enfermedad.
En los últimos años, los estudios han encontrado que el sistema inmunológico también se ve afectado por la endometriosis. Todavía no está claro si el sistema inmunitario causa la endometriosis o simplemente se ve afectado por ella. Pero explorar este vínculo eventualmente podría conducir a un tratamiento mejor dirigido para la afección.
Inflamación e inmunidad
Para entender cómo están conectados nuestro sistema inmunológico y la endometriosis, primero es importante entender un proceso del sistema inmunológico llamado inflamación.
La inflamación es una característica clave de cómo funciona nuestro sistema inmunológico. Cuando el cuerpo se encuentra con un patógeno dañino (como un virus o una bacteria), nuestro sistema inmunológico se activa. Luego, el cuerpo secreta proteínas especiales llamadas citoquinas, que le dicen a nuestras células inmunitarias qué hacer.
Los síntomas que experimente como resultado de la inflamación dependerán de la razón por la que se hayan movilizado estas células.
Por ejemplo, si su inflamación es causada por un corte en el dedo, es posible que el área alrededor del corte se caliente, enrojezca e hinche a medida que el sistema inmunitario trabaja para combatir los patógenos y reparar el daño. Si la inflamación es causada por un virus, es posible que experimente síntomas similares a los de la gripe, como fiebre.
En su mayor parte, la inflamación es un proceso a corto plazo. Pero a veces el sistema inmunológico se equivoca y su cuerpo continúa enviando células inflamatorias y citoquinas incluso cuando no hay amenaza.
Las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide son un ejemplo de esto, donde el sistema inmunológico del cuerpo continúa atacando, lo que lleva a una inflamación a largo plazo en las articulaciones.
La inflamación también es una característica normal del ciclo menstrual.
El ciclo menstrual normal consta de dos fases: la fase folicular (desde el primer día de la regla hasta la ovulación) y la fase lútea (desde la ovulación hasta que empieza la regla). La mayor parte de la inflamación durante el ciclo menstrual ocurre en el útero, pero también pueden ocurrir cambios a través del cuerpo.
Durante la fase folicular, aumentan los niveles de estrógeno que circulan en el cuerpo. El estrógeno estimula el revestimiento del útero para que se espese en preparación para un embrión fertilizado.
Pero algunas células inmunitarias tienen receptores específicos que reconocen el estrógeno, lo que hace que inicien un respuesta inmune. Esto prepara al cuerpo para luchar contra cualquier invasor extraño para que esté saludable para el embarazo, en caso de que ocurra la fertilización. Como tal, las mujeres serán menos susceptibles a las infecciones durante la fase folicular. Sin embargo, las mujeres con enfermedades autoinmunes pueden experimentar más síntomas en esta etapa.
Pero para no rechazar un óvulo fertilizado, el sistema inmunológico se suprime durante la fase lútea, lo que posteriormente puede aumentar el riesgo de infección y aliviar algunos síntomas autoinmunes.
Endometriosis e inmunidad
Las investigaciones han observado múltiples cambios en el sistema inmunitario de las personas con endometriosis.
Un estudio encontró que las pacientes con endometriosis tenían niveles elevados de inflamación (específicamente niveles más altos de citoquinas). La investigación también ha demostrado que las personas con endometriosis tienen alterada la función de las células inmunitarias, es decir, un tipo específico de células inmunitarias llamadas células asesinas naturales.
Éstos tienen un papel vital en la lucha contra virus y tumores, pero la investigación muestra que funcionan peor en personas con endometriosis. También se ha demostrado que el revestimiento uterino en pacientes con endometriosis producir exceso de moléculas llamadas quimiocinas que atraen a otras células inmunitarias, empeorando la inflamación.
Una vez más, todavía no está claro si la función inmunitaria alterada causa endometriosis o es simplemente un síntoma de la enfermedad.
Pero la disfunción del sistema inmunitario puede explicar por qué existe una asociación sospechosa entre las personas con endometriosis y trastornos autoinmunes como el lupus, la artritis reumatoide y la enfermedad inflamatoria intestinal.
Los niveles elevados de inflamación también significan que es más probable que las mujeres con endometriosis experimenten peores síntomas durante las infecciones.
Por ejemplo, la investigación ha encontrado que cuando los pacientes con endometriosis contraen COVID-19, sus los síntomas parecen empeorar que las personas que no tienen la condición.
COVID-19 también puede empeorar los síntomas de la endometriosis – particularmente dolor pélvico, depresión, fatiga y problemas gastrointestinales.
A estudio reciente también descubrió que las mujeres con endometriosis tenían un 22 por ciento más de probabilidades de sufrir una COVID prolongada, y sus síntomas prolongados de COVID pueden durar más.
Si bien actualmente no se sabe con qué precisión el sistema inmunológico está relacionado con la endometriosis (y si causa la enfermedad), trabajar para comprender mejor esta relación podría ser clave para ayudar a desarrollar mejores tratamientos, o posiblemente incluso una cura, para la endometriosis.
La investigación sobre esta enfermedad aún es gravemente subfinanciadoy el tiempo para el diagnóstico va mucho más allá de lo que se esperaría de otras afecciones crónicas, como el asma o la diabetes.
Está claro que se debe dar mayor prioridad a la investigación de la endometriosis y sus causas para ayudar a proporcionar nuevos conocimientos y un mejor tratamiento para los millones de mujeres afectadas.
abril reesProfesor de Bioquímica, Universidad de Swansea
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