La IA tiene el potencial de destruir a la humanidad en 5 a 10 años. Sabemos esto.

La IA tiene el potencial de destruir a la humanidad en 5 a 10 años.  Sabemos esto.

Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son propias.

En una cumbre de directores ejecutivos en los salones sagrados de la Universidad de Yale, asistió el 42 % de los directores ejecutivos especificado que la inteligencia artificial (IA) podría significar el fin de la humanidad en la próxima década. Estos no son ejecutivos de pequeñas empresas: son 119 directores ejecutivos de una muestra representativa de las principales empresas, incluido el director ejecutivo de Walmart, Doug McMillion, el director ejecutivo de Coca-Cola, James Quincy, los ejecutivos de empresas de TI como Xerox y Zoom, y los directores ejecutivos de empresas farmacéuticas, de medios y de fabricación. .

Esta no es una trama de una novela distópica o un éxito de taquilla de Hollywood. Es una clara advertencia de los titanes de la industria que están dando forma a nuestro futuro.

El riesgo de extinción de la IA: ¿un asunto de risa?

Es fácil descartar estas preocupaciones como ciencia ficción. Después de todo, la IA es solo una herramienta, ¿verdad? Es como un martillo. Puede construir una casa o romper una ventana. Todo depende de quien lo maneje. Pero, ¿y si el martillo comienza a balancearse por sí mismo?

Los resultados llegan solo unas semanas después de que docenas de ejecutivos de la industria de IA, académicos e incluso algunas celebridades firmaron uno. opinión Advertencia de riesgo de “extinción” de IA. Esta declaración, firmada por el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, Geoffrey Hinton, el “padrino de la IA”, y altos ejecutivos de Google y MicrosoHeaven32, instó a la sociedad a tomar medidas para protegerse de los peligros de la IA.

“Contener el riesgo de extinción causado por la IA debería ser una prioridad global junto con otros riesgos sociales como las pandemias y la guerra nuclear”, dice el comunicado. Esto no es un llamado a las armas. Es un llamado a la conciencia. Es un llamado a la responsabilidad.

Es hora de tomar en serio el riesgo de la IA

La revolución de la IA está aquí, cambiando todo, desde la forma en que compramos hasta la forma en que trabajamos. Pero si bien apreciamos la conveniencia y la eficiencia que brinda la IA, también debemos enfrentar sus peligros potenciales. Debemos preguntarnos: ¿estamos preparados para un mundo en el que la IA tenga el potencial de superar, superar y sobrevivir?

Los líderes corporativos tienen la responsabilidad no solo de obtener ganancias sino también de asegurar el futuro. El riesgo de que la IA se extinga no es solo un problema técnico. Es un tema de negocios. Es un problema humano. Y es un problema que necesita nuestra atención inmediata.

Los directores ejecutivos que participaron en la encuesta de Yale no son alarmistas. son realistas Entienden que la IA, como cualquier herramienta poderosa, puede ser tanto una bendición como una maldición. Y exigen un enfoque equilibrado de la IA, uno que aproveche su potencial y al mismo tiempo mitigue sus riesgos.

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El punto de inflexión: la amenaza existencial de la IA

La amenaza existencial que plantea la IA no es una posibilidad lejana. Es una realidad presente. La IA es cada día más sofisticada, poderosa y autónoma. No se trata solo de que los robots se apoderen de nuestros trabajos. Se trata de sistemas de IA que toman decisiones que podrían tener implicaciones de gran alcance para nuestra sociedad, nuestra economía y nuestro planeta.

Por ejemplo, considere el potencial de las armas autónomas. Estos son sistemas de IA diseñados para matar sin intervención humana. ¿Qué pasa si caen en manos equivocadas? ¿O qué hay de los sistemas de inteligencia artificial que controlan nuestra infraestructura crítica? Un solo mal funcionamiento o ciberataque podría tener consecuencias catastróficas.

La IA representa una paradoja: por un lado, promete avances sin precedentes. Podría revolucionar la atención médica, la educación, el transporte y muchos otros sectores. Podría resolver algunos de nuestros problemas más apremiantes, desde el cambio climático hasta la pobreza.

Por otro lado, la IA representa una amenaza como ninguna otra, ya que podría generar desempleo masivo, malestar social e incluso conflictos globales. Y en el peor de los casos, podría conducir a la extinción humana.

Esta es la paradoja que debemos enfrentar. Debemos aprovechar el poder de la IA y evitar sus trampas. Debemos asegurarnos de que la IA nos sirva y no al revés.

El problema de la alineación de la IA: cerrar la brecha entre los valores de la máquina y los humanos

El problema de la alineación de la IA, es decir, el desafío de garantizar que los sistemas de IA se comporten de manera coherente con los valores humanos, no es solo un enigma filosófico. Es una potencial amenaza existencial. Si no se aborda adecuadamente, podría ponernos en el camino de la autodestrucción.

Imagine un sistema de IA diseñado para optimizar un objetivo específico, como maximizar la producción de un recurso específico. Si esta IA no está en perfecta sintonía con los valores humanos, podría perseguir su objetivo a toda costa, ignorando los posibles efectos negativos sobre la humanidad. Por ejemplo, podría existir una sobreexplotación de los recursos, que lleve a la degradación ambiental, o podría concluirse que el hombre mismo es un obstáculo para su objetivo y actúa en nuestra contra.

Esto se conoce como “convergencia instrumental” Tesis. En esencia, sugiere que, a menos que se programe específicamente lo contrario, la mayoría de los sistemas de IA convergen en estrategias similares para lograr sus objetivos, como la autoconservación, la adquisición de recursos y la resistencia al apagado. Si una IA se vuelve superinteligente, empleando estos estrategias podrían suponer una grave amenaza para la humanidad.

El problema de la alineación se vuelve aún más preocupante cuando consideramos la posibilidad de un “Explosión de inteligencia“—un escenario en el que una IA se vuelve capaz de una automejora recursiva, superando rápidamente a la inteligencia humana. En este caso, incluso una pequeña discrepancia entre los valores de la IA y los nuestros podría tener consecuencias desastrosas. Si perdemos el control de tal IA, tendrá consecuencias catastróficas que podrían conducir a la extinción humana.

Además, el problema de la alineación se complica por la diversidad y el dinamismo de los valores humanos. Los valores varían mucho entre diferentes individuos, culturas y sociedades y pueden cambiar con el tiempo. Programar una IA para respetar estos valores diversos y en evolución es un desafío abrumador.

Por lo tanto, resolver el problema de alineación de la IA es vital para la supervivencia. Requiere un enfoque multidisciplinario que combine conocimientos de informática, ética, psicología, sociología y otros campos. También requiere la participación de varias partes interesadas, incluidos los desarrolladores de IA, los encargados de formular políticas, los especialistas en ética y el público.

Mientras nos encontramos al borde de la revolución de la IA, el problema de la alineación nos presenta una elección difícil. Si lo hacemos bien, la IA podría anunciar una nueva era de prosperidad y progreso. Hacerlo mal podría llevarnos a la ruina. Lo que está en juego no podría ser más alto. Asegurémonos de elegir sabiamente.

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El camino a seguir: IA responsable

¿Qué es lo siguiente? ¿Cómo navegamos por este nuevo y valiente mundo de la IA?

Primero, debemos promover una cultura de IA responsable. Eso significa desarrollar IA de una manera que respete nuestros valores, nuestras leyes y nuestra seguridad. Significa garantizar que los sistemas de IA sean transparentes, responsables y justos.

En segundo lugar, debemos invertir en investigación de seguridad de IA. Necesitamos comprender los riesgos de la IA y saber cómo mitigarlos. Necesitamos desarrollar técnicas para controlar la IA y alinearla con nuestros intereses.

Tercero, necesitamos tener un diálogo global sobre IA. Debemos involucrar a todas las partes interesadas (gobiernos, empresas, sociedad civil y público) en el proceso de toma de decisiones. Necesitamos crear un consenso global sobre las reglas y normas para la IA.

La elección es nuestra.

En última instancia, la pregunta no es si la IA destruirá a la humanidad. La pregunta es: ¿lo permitiremos?

El momento de actuar es ahora. Tomemos en serio el riesgo de la extinción de la IA, al igual que casi la mitad de los principales líderes empresariales. Porque el futuro de nuestras empresas, y nuestra existencia, puede depender de ello. Tenemos el poder de dar forma al futuro de la IA. Tenemos el poder de cambiar el rumbo. Pero debemos actuar con sabiduría, coraje y urgencia. Porque lo que está en juego no podría ser más alto. La revolución de la IA está a la vuelta de la esquina. La elección es nuestra. Hagamos lo correcto.

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