Las nuevas normas de coordinación de la seguridad social de la UE llegan a un callejón sin salida

Las nuevas normas de coordinación de la seguridad social de la UE llegan a un callejón sin salida

La modernización de las normas de coordinación de la seguridad social de la UE se encuentra una vez más en un punto muerto: el mandato actual se está acabando y el Consejo aún no puede encontrar un compromiso entre los Estados miembros.

En diciembre de 2016, la Comisión Europea propuso por primera vez una revisión de la legislación existente. [which applies since 2010] Facilitar la libre circulación de personas dentro de la UE haciendo que las normas de los 27 sistemas nacionales de seguridad social sean más justas, claras y fáciles de aplicar.

Más de siete años después, el expediente ha visto 18 diálogos tripartitos, 12 presidencias rotativas de la UE y dos acuerdos provisionales sin un resultado positivo, afirman los eurodiputados.

“Al menos cinco millones de trabajadores móviles, incluidos trabajadores estacionales y transfronterizos, dependen de normas claras sobre las prestaciones de desempleo a las que tienen derecho”, afirmó el jueves en un comunicado el eurodiputado Dragos Pislaru (Renew Europe), presidente de la comisión de empleo. (15 de febrero).

Según el último informe de la Comisión, en 2020 el número de trabajadores transfronterizos sólo en los países de la UE y la AELC (incluidos Suiza y Noruega) ascendió a 1,7 millones.

“Como representantes de los ciudadanos europeos, no podemos descuidar los derechos de los trabajadores transfronterizos y de temporada”, añadió.

El expediente vio el segundo y último acuerdo provisional en 2021 [the first was in 2019] y luego entró en un punto muerto hasta la anterior presidencia española de la UE, cuando los estados miembros estaban “bastante cerca” de un compromiso sobre todo el paquete, dijo a EUobserver la principal eurodiputada Gabriele Bischoff (S&D).

Sin embargo, si bien la revisión es un expediente importante para la actual presidencia belga de la UE, optó por intentar dividir la reforma dada la apretada agenda antes de las próximas elecciones al Parlamento Europeo en junio.

“Es justo decir que es un texto muy complicado y altamente político”, dijo un diplomático de la UE, refiriéndose al enfoque belga de acordar sólo aquellas partes de la reforma en las que es más probable encontrar consenso entre los estados miembros.

Y si bien la visión del consejo es lograr al menos algunos avances en estas cuestiones, el parlamento considera inaceptable renunciar a lo que considera puntos esenciales de la reforma.

“Realmente deberían intentar aprovechar el tiempo que queda para ver si es posible llegar a un compromiso”, dijo Bischoff a EUobserver.

El eurodiputado socialista alemán cree que todavía hay posibilidades de llegar a un acuerdo, si los belgas tienen la voluntad y el coraje para hacerlo.

“El Parlamento está dispuesto hasta el último momento a cerrar este expediente”, añadió, pero sólo como un paquete.

Sin embargo, como queda poco tiempo, no habrá otro enfoque durante la presidencia belga de la UE, según ha sabido EUobserver.

Esto significa que la reforma para facilitar la movilidad laboral dentro de la UE tendrá que esperar hasta el próximo mandato, que se asumirá (si es que se asume) durante la presidencia húngara de la UE, que comienza el 1 de julio de 2024.

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