He aquí por qué los vehículos eléctricos no son muy populares en EE. UU.

He aquí por qué los vehículos eléctricos no son muy populares en EE. UU.

La conciencia global sobre los problemas ambientales y el papel de la humanidad en los cambios está creciendo. Los vehículos eléctricos no son la solución a todos los problemas de contaminación que provocan los coches de combustión interna, pero pueden ayudar a reducir las emisiones de la movilidad urbana y rural. Como ocurre con la mayoría de las cosas, la tecnología tiene ventajas y desventajas. Pero el mundo está cambiando en esta dirección, en algunos lugares más rápido que en otros.

Estados Unidos es una de las principales economías en las que la industria del automóvil es una importante fuente de prosperidad. El crecimiento de los vehículos eléctricos en esta región ha sido lento en comparación con otras regiones, lo que convierte al segmento eléctrico en un actor menor en la industria. Las ventas simplemente no están despegando como esperaban algunos fabricantes de automóviles. ¿Por qué esto? Hay cuatro razones principales que deben tenerse en cuenta.

Grandes coches, grandes carreteras, grandes infraestructuras:

Los SUV y las camionetas nacieron en Estados Unidos. La necesidad de más espacio de carga y cabina para atravesar las vastas áreas rurales fuera de las ciudades los ha hecho muy populares entre los consumidores estadounidenses. A los estadounidenses les gusta todo lo grande, y eso incluye los caballos de fuerza. Tener un vehículo grande y con mucha potencia no se trata necesariamente de ser rápido, sino simplemente de tener el coraje de recorrer largas distancias sin sudar. Por tanto, no hay otro país en el mundo con vehículos más grandes que Estados Unidos.

Una mirada a las cifras muestra que el peso promedio de un SUV en EE. UU. en 2023 fue de 4969 libras. Los camiones pesaban aún más, 5,840 libras. Como puedes imaginar, se necesita mucho combustible para mover estos vehículos. Sin embargo, los vastos recursos energéticos disponibles en Estados Unidos permiten a los consumidores viajar sin tener que preocuparse por repostar combustible. La economía estadounidense depende en gran medida de las industrias del petróleo y la gasolina. Por esta razón, los muscle cars, pony cars, camionetas y SUV han crecido más en Estados Unidos que en otros lugares.

La transición de los combustibles fósiles a la energía eléctrica lleva tiempo, tanto físicamente, dado el tamaño del país, como culturalmente. Instalar una infraestructura de carga confiable que cubra todas las áreas será un esfuerzo que llevará años. Podría llevar más tiempo lograr que los conductores cambien de motores grandes a motores eléctricos más pequeños.

Cifras de Motor1 sobre ventas de vehículos eléctricos

Precio en el surtidor

La disponibilidad de fuentes de energía en Estados Unidos impacta directa –y favorablemente– los precios de los combustibles en todo el país. Los costos de la gasolina y el diésel siguen siendo mucho más bajos que en muchas regiones donde el gobierno fomenta menos conducción y alternativas eléctricas a través de impuestos más altos sobre el combustible.

En Francia, por ejemplo, el precio medio de un galón de gasolina era de 7,50 dólares en febrero de 2024, frente a solo 3,49 dólares en Estados Unidos. Debido al costo relativamente bajo de operar un vehículo con motor de combustión interna en los Estados Unidos, actualmente no existe un incentivo financiero fuerte para que los consumidores se cambien a vehículos eléctricos.

Cifras de Motor1 sobre ventas de vehículos eléctricos

Las leyes de importación dificultan la producción de vehículos eléctricos

Debido a la creciente competencia de China y sus planes de expansión global, el gobierno estadounidense ha tomado medidas para promover la producción local con la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). A pesar de las buenas intenciones para la economía estadounidense, las regulaciones pueden tener un impacto negativo en los fabricantes de vehículos eléctricos de batería del país. Si empresas como Tesla, General Motors, Ford y Stellantis intentan excluir a China de la ecuación de fabricación de baterías y proveedores de metales, podría resultar más difícil fabricar productos localmente dadas las limitaciones de la cadena de suministro.

La falta de materias primas competitivas podría convertir al IRA en un obstáculo para que los fabricantes de automóviles estadounidenses produzcan BEV. Ésta es otra razón por la que los consumidores están retrasando el cambio de motores de combustión interna a vehículos eléctricos.

2023 2024 2025 2027
El 40 por ciento de las materias primas de las baterías debe proceder de EE. UU. o de países con los que Estados Unidos tenga un acuerdo de libre comercio. No utilice componentes de batería fabricados en China. En China no se extrae ni procesa ningún metal para baterías. El 80 por ciento de las materias primas de las baterías deben proceder de Estados Unidos o de países con los que Estados Unidos tenga un acuerdo de libre comercio.

Una controversia política:

Los ciudadanos estadounidenses se preparan para la campaña electoral que decidirá el próximo presidente. Los candidatos más probables son Donald Trump y Joe Biden, y es probable que los vehículos eléctricos se conviertan en un tema clave en la lucha por la Casa Blanca. Por un lado, está el gobierno actual, que intenta defender los intereses del país contra el IRA. Por otro lado, existe una fuerte retórica que automáticamente asocia los BEV con China. La incertidumbre política está obligando a algunos fabricantes de automóviles a posponer sus planes de electrificación, enviando una señal negativa a los posibles clientes de vehículos eléctricos.

El autor del artículo, Felipe Muñoz, es especialista en la industria automotriz de Dinámica JATO.

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